Enfermeros, auxiliares, psicólogos, trabajadores sociales o terapeutas ocupacionales forman parte del personal que compone las residencias de mayores de la Región de Murcia, donde hay miles de personas viviendo. Este elenco de profesionales ofrece a los usuarios apoyo físico y emocional, lo que les ayuda a mantenerse activos y saludables

En las residencias murcianas, las personas de avanzada edad no solamente se toparán con profesionales que les hacen más fácil el día a día, sino también con compañeros con los que entablar una amistad. Entre todos, empleados e internos, se crea un clima de complicidad y familiaridad como el que llevó a los trabajadores de una residencia de la capital, por ejemplo, a confinarse con sus mayores cuando Pedro Sánchez anunció el primer estado de alarma. «Nos conocemos todos, nos reímos, nos juntamos para comer», explicaba entonces la directora del centro, donde estrenaron confinamiento celebrando el cumpleaños de una de las internas, centenaria.

En las residencias de la Comunidad murciana es vital que la atención se centre en tratar de frenar la ‘desaceleración’ que el organismo, por ley de vida, presenta. De ahí la importancia de que los mayores se mantengan activos, puedan estimular el cuerpo y la mente y, por encima de todo, se sientan útiles. Principalmente porque lo son. Entre las actividades que se ponen en marcha para la estimulación física están los ejercicios aeróbicos y de resistencia, juegos al aire libre y talleres para mantener a tono la motricidad manual, entre otros.

La vicepresidenta del Gobierno regional y responsable de Política Social, Isabel Franco, indicaba hace unas semanas que el fin de su departamento es «transformar la atención social en una política de cuidados, dentro de la Región de Murcia, que se caracterice no solo por la profesionalidad que ya tiene, sino por una forma más humana de tratar a las personas, más flexible y adaptada a todas las necesidades que plantean todos y cada uno de sus usuarios». La vicepresidenta hizo estas afirmaciones a raíz de que se abriese el plazo para la consulta pública del nuevo Decreto de Mínimos de Residencias y centros de día de mayores.

En estos lugares, los ancianos tienen libertad de movimiento, una alimentación equilibrada, atención médica continua y acompañamiento constante, aspectos vitales para tener felicidad. En lo que respecta a la estimulación mental, algunas actividades que se ponen sobre la mesa son los ejercicios de memoria, juegos de mesa, debatir sobre temas de actualidad o talleres artísticos. Y, por encima de todo, hablar. Y vivir.