El cierre del acueducto Tajo-Segura conllevaría un escenario pésimo para la actividad agraria nacional y el empleo regional. Las pérdidas por la paralización completa del Trasvase reflejan 45.000 despidos en el sector agrario vinculado al regadío, el 60,8% del total, y una reducción de 1.740 millones de euros en producción. La actividad agraria vegetal supone un 5% del producto interior bruto regional, lo que se traduce en 2.972 millones de euros, más un 5,3% del valor añadido bruto murciano y da empleo a cerca de 74.000 personas. El 59% de la producción total en el sector está vinculado a las aportaciones de agua del Trasvase y el 58,4% del empleo depende de los recursos que llegan por el acueducto.

Estos datos se reflejan en el estudio 'Estimación del impacto económico del agua del Trasvase Tajo-Segura para regadío en la Región de Murcia' que ha elaborado la Cátedra de Competitividad, formada por el Colegio de Economistas de la Región de Murcia, junto a la Universidad de Murcia y la Politécnica de Cartagena. Las conclusiones han sido presentadas por el decano de los economistas, Ramón Madrid, al presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, acompañado del consejero de Agua, Antonio Luengo, y el presidente del sindicato central de regantes Scrats, Lucas Jiménez.

Entre otras pérdidas asociadas al cierre del Trasvase, los expertos auguran que el 80% de la actividad agrícola del Campo de Cartagena desaparecería al depender de una forma mayoritaria de las aportaciones del Tajo. En el resto de comarcas, incluyendo la Vega Baja alicantina, la actividad se vería reducida entre un 60 y un 40%, señalan los economistas. El estudio se da a conocer tres días antes de que la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica presente la nueva planificación hidrológica anual, donde a parte de conocer las actuaciones en la cuenca del Segura se sabrá finalmente qué aumento del caudal ecológica del Tajo se dará para la zona de Aranjuez, donde el objetivo es subir a 8,5 metros cúbicos por segundo.