La Región de Murcia tiene una amplia oferta turística, la cual engloba desde patrimonio cultural hasta gastronomía, pasando por unas festividades muy arraigadas. A lo largo del año, todo el territorio murciano acoge celebraciones de gran reconomiento como son las Fiestas de Primavera.

Esta festividad se lleva a cabo en Murcia tras la Semana Santa. Comienzan el Domingo de Resurrección con la inauguración de las Barracas Huertanas, unas casetas festeras que las peñas instalan en las plazas y jardines más importantes. Su infraestructura recrea la tradicional vivienda de la zona y en ellas se puede degustar la gastronomía murciana, así como disfrutar de actuaciones folclóricas.

Carthagineses y Romanos rememoran las batallas de la Segunda Guerra Púnica. | FELIPE GARCÍA

Durante la festividad, se realizan desfiles por las calles de la ciudad. Uno de los más representativos es el conocido como Bando de la Huerta, que se celebra el martes de Pascua. Durante todo el día es típico que los murcianos se vistan con el traje de huertano, donde destacan los vistosos refajos de las huertanas, unas faldas amplias que completan con un delantal y un mantón.

La jornada comienza temprano, con una ofrenda floral a la Virgen de la Fuensanta, patrona de la ciudad. Por la tarde, como parte del Desfile, salen a la calle las carrozas de las peñas huertanas, que van obsequiando a los viandantes con embutido, cerveza y verdura.

Ese sábado concluyen las Fiestas de Primavera y lo hacen con el Entierro de la Sardina, un desfile único y ancestral que rememora la victoria de don Carnal sobre doña Cuaresma. Los Grupos Sardineros designan a personalidades de la Región para que sean el ‘Gran Pez’ y ‘Doña Sardina’, figuras que apadrinan la fiesta.

Esa noche, todo tipo de disfraces, gigantes y cabezudos desfilan por las calles, seguidos por una singular retahíla de carrozas dedicadas a los dioses del Olimpo.

Carthagineses y Romanos

Siguiendo con la devoción por la época romana, encontramos las fiestas de Carthagineses y Romanos, celebradas en Cartagena durante la segunda quincena de septiembre.

Esta festividad está pensada para revivir lo sucedido en la ciudad durante la Segunda Guerra Púnica. Así, los hechos conmemorados datarían del año 227 a.C., con la fundación de Qart Hadasht, hasta el año 209 a.C., con la batalla y la conquista de la ciudad por las legiones romanas.

Durante las Fiestas, las tropas carthaginesas y las legiones romanas desfilan hacia el campamento festero que se instala en las inmediaciones del estadio de fútbol Carthagonova. En el campamento se llevan a cabo más de cien actividades gratuitas entre las que destacan los concursos de barbas, las exhibiciones y los conciertos. Además, se ofrecen distintas representaciones teatrales diarias en las que se revive la historia en cada escenario de la ciudad, interpretando momentos como la fundación de Qart Hadasht, la destrucción de Sagunto y los desfiles de tropas y legiones, entre otros.

Caballos del Vino

En Caravaca de la Cruz, por su parte, rinden culto a los Caballos del Vino. Hasta sesenta peñas caballistas trabajan cada año por sacar adelante esta fiesta, que se celebra los días 1, 2 y 3 de mayo.

Los actos se remontan a la Edad Media cuando, ante la escasez de agua que sufrían los defensores de la ciudad, un grupo de caballeros Templarios burló el sitio musulmán para abastecer a sus defensas. Portando vino a lomos de sus caballos, los Templarios fueron recibidos con grandes honores y fueron ataviados tanto ellos como los caballos con esbeltos mantos bordados y flores.

Desde entonces, se celebra este momento engalanando a los caballos como protagonistas indiscutibles de la fiesta, y diversos concursos premian la morfología del equino y el enjaezamiento. Además, el segundo día se celebra la legendaria carrera de los Caballos del Vino en la que los caballistas tienen que ser los más rápidos en subir la cuesta del castillo sin soltar las asas del caballo.