La llegada del verano, coincidiendo con el disparatado aumento de la factura de la luz, puede provocar que tratar de aliviar las altas temperaturas en una zona tan cálida como es la Región de Murcia, se convierta en un quebradero de cabeza muy importante para muchas familias.

Si ya de normal el recibo eléctrico durante los meses estivales crece considerablemente debido al uso -en muchas ocasiones necesario y casi obligatorio- del aire acondicionado en Murcia, este año nos podríamos llevar las manos a la cabeza al ver hasta cuánto vamos a tener que pagar a nuestra compañía eléctrica.

Para evitar males mayores, el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de la Región de Murcia ha propuesto una serie de consejos que se pueden seguir para poder ahorrar en luz, sin tener que dejar de usar nuestros aparatos y electrodomésticos.

El Colegio asegura que se requieren «pequeñas acciones que no cuesta nada llevar a cabo, y sin embargo a largo plazo nos supondrán un gran ahorro». Todo es cuestión de cambiar algunos hábitos a los que estábamos acostumbrados.

En primer lugar, recuerdan que «lo que más consume energía en una vivienda son los equipos de climatización», como la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano, y suponen aproximadamente la mitad del consumo total de energía de todo el edificio.

  1. Evitar entradas de corriente del aire exterior para mantener la temperatura estable y no obligar al aparato de climatización a tener que usar más energía para acondicionar el aire.
  2. Aislamiento de ventanas y puertas. El aislamiento térmico evita el intercambio de calor con el exterior, por tanto, permite mantener la temperatura interior estable, incluso después de apagar los equipos. Por lo que la renovación de los vidrios y marcos representa una de las acciones más eficaces para la mejora de la eficiencia energética del edificio y además consigue aumentar el confort térmico en el interior de las viviendas.
  3. Utilizar elementos de protección solar pasiva, como toldos, persianas de lamas o parasoles. Su colocación en las fachadas más expuestas a la radiación solar supondrán una disminución considerable de la incidencia de la misma.
  4. Consumo eficiente. Utilizar un termostato para programar la temperatura, es decir, se activará cuando la temperatura descienda por debajo de los grados determinados, lo que supondrá evitar gastos excesivos.
  5. Mantener una temperatura estable. No muy alta (21 grados en invierno, de 23 a 26 grados en verano).
  6. Circulación de aire libre de obstáculos. Poner muebles cerca del equipo o de la salida de aire dificulta la circulación de temperatura y hace que el equipo trabaje más para conseguir una temperatura adecuada.
  7. No ventilar más de lo necesario, porque si abrimos las ventanas durante mucho tiempo, las temperaturas se igualan a las del exterior y necesitaremos más tiempo y energía para volver a tener una temperatura adecuada.
  8. El buen mantenimiento de los equipos, limpieza de filtros o calderas también hace que el sistema sea eficiente.
  9. Cambiar a aparatos a otros de bajo consumo. Aunque requiere de una inversión puntual, los plazos de amortización son bajos.
  10. Otros consejos generales que nos supondrán un ahorro del 10%, según exponen los profesionales murcianos, son abrir las ventanas para aprovechar luz natural, cambiar bombillas de luz convencionales por otras fluorescentes compactas o de LED y desenchufar todos los aparatos que no utilices.

El aislamiento térmico, factor clave

Además de las acciones más inmediatas, hay otras que, aunque requieren una mayor inversión inicial a largo plazo, nos pueden permitir un gran ahorro, como, por ejemplo, aislar térmicamente la vivienda. El aislamiento de paredes y techos permite conservar la temperatura en una estancia, lo que hace que el sistema de calefacción usado funcione de manera continua y así consumir menos. La mejora del aislamiento térmico de un edificio puede suponer ahorros energéticos, económicos y de emisiones de CO2 del 30% en el consumo de calefacción y aire acondicionado, por disminución de las pérdidas. Como un plus añadido, el uso de sistemas renovables permitirá un ahorro que puede llegar hasta el 75 % en algunos casos.

La inminente publicación de las ayudas a la rehabilitación energética, asegura el Colegio, suponen «una excelente oportunidad» para adaptar la vivienda y hacerla más eficiente y confortable. Para ello, dan la oportunidad de que los interesados se asesoren a través de sus profesionales: «En el portal del Colegio dirigido al ciudadano, ‘Tu edificio en forma’, se pueden encontrar varios artículos relacionados con ahorro energético, aislamiento térmico y otros temas interesantes que podrán guiar hacia las soluciones más adecuadas a tu vivienda». Por último, abogan por contactar con un arquitecto técnico que, «como experto en construcción, podrá asesorar en la mejor opción» dependiendo de la vivienda.