Las costas de Águilas, Cartagena, Lorca, Mazarrón, San Javier y San Pedro del Pinatar fueron testigos ayer de la mayor acción de limpieza de residuos en los fondos marinos de nuestro país, celebrada con motivo del Día del Medio Ambiente. La iniciativa tuvo tal acogida que participaron unos 500 buzos, incluso de otras regiones, de más de veinte clubes de buceo. 

«Esta macrolimpieza es un hito. No se ha hecho nunca», aseguraba Jesús Cano, presidente de la Federación de Actividades Subacuáticas, a lo que el consejero de Medio Ambiente, Antonio Luengo, añadía que esta iniciativa ha sido «fruto de la buena colaboración entre la Comunidad y la Federación». El jefe del Servicio de Pesca y Acuicultura de la Región, Emilio Mª Dolores, explicaba por su parte que se ha contado con un presupuesto de 26.000 euros procedentes de los fondos europeos y que esta acción servirá para «focalizar los puntos calientes de residuos para la próxima limpieza y para visibilizar la educación ambiental».

Voluntarios del club de buceo Islas Hormigas. Iván Urquízar

A pesar de la lluvia, ningún voluntario se echó atrás. La Federación de Actividades Subacuáticas de Castilla La-Mancha no dudó en apuntarse en cuando recibió la convocatoria. «Hemos venido unos veinte manchegos porque nos parece una iniciativa maravillosa. Queremos colaborar a quitar latas y plásticos del mar», comentaba el presidente de esta federación, Pedro Sandoval.

Unas tareas de limpieza en las que los voluntarios no solo tenían que encontrar los residuos camuflados en el entorno marino, sino también valorar si extraer dicho residuo podía dañar su entorno. «Les hemos dado una charla a los buzos para informarles de que el vidrio ya es inherente al fondo marino porque ya está colonizado e incluso los seres vivos han creado su hogar en él. En cambio, si es un metal, sí que deberían sacarlo del mar», informaba Julio César Cepa, director técnico del club de buceo Islas Hormigas, en Cabo de Palos, que participó en esta inmersión sostenible con tres barcos y veinticinco voluntarios.  

En cambio, muchos residuos no se habían mimetizado, como un pequeño barco que sacaron del fondo los voluntarios. «Lo hemos sacado entre ocho buzos. Estaba muy camuflado y boca a bajo. También hemos sacado plásticos, entre otras cosas», comentaba Juan Carlos García, uno de los muchos voluntarios que no dudaron en pasar la mañana dejando su grano de arena para luchar contra el cambio climático. 

Buceadores vaciando sus bolsas con plásticos. / Iván Urquízar Iván Urquízar