Los regantes del Trasvase advierten de que serán «inflexibles» si se consuma el recorte de las aportaciones que impondrá el aumento del caudal ecológico del Tajo y el cambio en las reglas de explotación. «El Ministerio nos va a tener enfrente en la calle y en la batalla legal», manifestó el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, tras la reunión con la titular de Transición Ecológica, Teresa Ribera. «Vamos a ser inflexibles, no por capricho, sino porque nos va la vida en ello», añadió Lucas Jiménez, que asistió a la reunión con Ribera acompañado por los representantes del Círculo del Agua, del que forman parte también los usuarios de las provincias Alicante y Almería.

La reunión con la ministra se producía once días después de la concentración que los regantes celebraron en Madrid el pasado 24 de mayo, como colofón a las movilizaciones que habían mantenido con anterioridad en Murcia, Alicante y Almería.

El Scrats calcula que el aumento de los caudales ecológicos del Tajo supondrá la pérdida de unos 80 hectómetros cúbicos anuales, a los que se sumará la rebaja de los desembalses en el nivel 2, que pasará de los 38 hectómetro cúbicos mensuales recogidos en el Memorándum a 27.

Lucas Jiménez aseguró tras la entrevista que ni la cuenca del Segura ni la Mancomunidad del Taibilla, que abastece a 80 municipios de las provincias de Murcia y Alicante, disponen de alternativas para cubrir «el agujero» causado por los recortes. Según sus cálculos, las aportaciones de los caudales del Tajo al regadío y a los abastecimientos se reducirán en torno al 40%, a pesar de que «no se observa ninguna necesidad de modificar el régimen de caudales ecológicos, sobre todo en Aranjuez», donde el volumen en circulación subirá de 6 a 8,52 metros cúbicos por segundo.

Defendió que es posible mantener el buen estado de los caudales y del hábitat que depende del Tajo sin necesidad de aplicar las subidas anunciadas por el Ministerio. «Se han aportado informes técnicos que acreditan que no es necesario aumentar estos caudales», recordó Lucas Jiménez.

Defendió igualmente que la desalación tampoco servirá para sustituir los caudales destinados al regadío en este momento, ya que «los 80 hectómetros de Torrevieja ya existen» y están contabilizados, mientras que «los otros 40» que podrá tratar la planta están adjudicados al Taibilla», precisó.

La ampliación y la interconexión de las desaladoras es la alternativa que el director general del Agua del Ministerio, Teodoro Estrela, ofreció la pasada semana, durante la reunión celebrada en Murcia previa al encuentro con la ministra. Estrela anunció una inversión de 500 millones para aumentar la producción de agua desalada y construir las infraestructuras para su distribución.

Ante una pregunta sobre las posibilidades de que el Ministerio revise sus previsiones y rebaje los caudales ecológicos antes de que sea irreversible, Lucas Jiménez, respondió que no se sabrá hasta que salga a información pública el Plan Hidrológico del Tajo, cuya publicación se considera inminente.