Resulta complicado pensar que un sector que se dedica a mostrar la fauna marina de un espacio protegido pueda coexistir y llevarse bien con otro sector que captura estas especies para su comercialización. La alianza que nació entre buceadores y pescadores en la reserva marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas es la muestra de que todo es posible incluso cuando un sector se dedica al turismo y otro al de la alimentación.

Este acuerdo entre los sectores de la pesca tradicional y el buceo recreativo, dentro del proyecto Pescares, fue pionero en Europa y nació en la costa regional. Con este entendimiento que se alcanzó en 2014, pescadores y buceadores pusieron fin a años de desencuentros en la mar e incluso de ataques entre uno y otro sector. El acuerdo, impulsado por la Secretaría General de Pesca y que ahora cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, ha abierto fronteras y tras alcanzar acuerdo entre los dos sectores en Canarias y Baleares, ahora los representantes nacionales de la pesca tradicional y el buceo recreativo han acordado junto con los coordinadores de Pescares ampliar el acuerdo de gobernanza a toda la costa española.

Otras zonas de la costa murciana como La Azohía, Isla Plana, el entorno de la bahía de Cartagena, Águilas o Mazarrón, zonas cuyas costas tienen una importante actividad de buceo recreativo, coexistirán con la pesca tradicional que lleven a cabo desde las cofradías de pescadores. El patrón mayor de Cartagena, Bartolomé Navarro, celebra la noticia y recuerda que la relación entre buceadores y pescadores en la reserva marina de Cabo de Palos es excelente: «Antes del acuerdo teníamos problemas con los buceadores, cuando reclamaban vía administrativa la colocación de boyas para el buceo no contraban con nosotros».

Ahora la historia cambia, «en esas zonas de máximo conflicto se puede lograr un acuerdo entre diferentes administraciones», señala José Ángel Sanz Wollstein, director del proyecto Pescares, Cartagena es el único municipio que tiene dos reservas marinas de interés pesquero, Cabo de Palos y Cabo Tiñoso, y eso es algo que hay que cuidar con este tipo de acuerdos».

El convenio tuvo su réplica en la Punta de la Restinga Mar de las Calmas en El Hierro y hace pocas semanas en la reserva marina de interés pesquero de Levante de Mallorca-Cala Ratjada. Ahora, las once reservas marinas de interés pesquero contarán con convenio entre pesca tradicional y buceo recreativo.

Navarro pone como ejemplo el entendimiento entre ambos sectores a la hora de poner el balizamiento para el buceo, o la pesca sostenible que llevan a cabo empleando artes de pesca como el trasmallo gordo o el palangre de fondo gordo, es decir, emplear anzuelo de las dimensiones adecuadas para capturar meros de entre 15 o 20 kilos, y nunca ejemplares pequeños.