El Comité de Seguimiento Covid ha acordado en su reunión de este lunes ordenar el cierre de la hostelería en el interior en el municipio de Caravaca de la Cruz al dispararse los contagios en esta zona. El cierre de los locales será efectivo desde mañana miércoles, cuando el acuerdo sea publicado en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM).

Caravaca de la Cruz es el único municipio que se encuentra actualmente en situación de riesgo extremo, con un aumento de la incidencia del 40 por ciento en una semana y una tasa de 354 contagios por cada 100.000 habitantes en 14 días, unas cifras que contrastan con la tasa media regional, que es de 71,1 en 14 días.

El consejero de Salud, Juan José Pedreño, explicó tras el encuentro que además del cierre interior de la hostelería, han acordado llevar a cabo un cribado entre la población de esta localidad, así como extremar la vigilancia para el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias.

En esta zona, el Servicio de Epidemiología ha detectado ocho brotes con medio centenar de contagiados, uno de ellos en una boda, con diez casos positivos, y otro en una comida con amigos, con ocho contagios más.

En nivel de riesgo muy alto estaría el municipio de Campos del Río, mientras que son otras once localidades las que están en riesgo medio-alto.

El alcalde de Caravaca, José Francisco García, ha vuelvo a pedir a la población «responsabilidad y prudencia», en un momento donde la situación epidemiológica del municipio está aumentado. Según los datos del Área IV, actualmente hay 62 casos activos en el casco urbano y 13 en pedanías. Según ha explicado el regidor, inicialmente se localizaron varios brotes en un piso de estudiantes, así como en una residencia también de estudiantes en Murcia capital. También se ha detectado otro brote en la pedanía de Archivel en una reunión social.

El Consistorio ha intentado limitar los brotes, sin que se tuvieran que tomar más restricciones, con el aumento de rastreadores municipales, así como controles por parte de la Policía Local. «Queremos mantener un equilibrio con las menores restricciones posibles, y que no afecte a la economía del municipio», recuerda el regidor, quien lamenta que «de nuevo el sector de la hostelería es el gran perjudicado».