El juzgado de instrucción de Murcia que investiga los presuntos abusos sexuales cometidos por un profesor de la Escuela de Tauromaquia de la Región a varios alumnos ha citado a declarar como testigo al director artístico del centro, el matador de toros Pepín Liria.

En un auto que acaba de ser notificado a las partes el juzgado convoca también para el mismo día de junio próximo y en la misma condición a la presidenta de la escuela.

La magistrada que dirige las investigaciones ha desestimado la petición de dos antiguas alumnas del investigado personadas en las actuaciones como acusación particular que habían reclamado la declaración como testigos de otra decena de personas.

Entre ellas sea encontraban matadores de toros retirados y en activo, novilleros y otros alumnos de la escuela, así como otros profesionales del mundillo.

Considera la juez que la pertinencia y necesidad de la práctica de esa diligencia "no está suficientemente justificada", para añadir que al no ser testigos directos, sino de referencia, se trataría de hacerse eco de rumores que pretenden configurar una personalidad determinada del investigado, para lo que las partes ya cuentan con el informe médico forense.

Dice que el juzgado citó de oficio a los testigos perjudicados que constaban en la denuncia anónima que motivó el inicio de la investigación policial y la incoación de la causa.

Y añade que los peticionarios siempre tendrán la posibilidad de proponer esas pruebas para el momento del juicio, ya que en la actual fase de instrucción aceptar la solicitud de las acusaciones particulares "solo puede conducir a una dilación indebida del procedimiento".

Por otra parte, la resolución judicial se dirige al Instituto de Medicina Legal de Murcia para que dé cita a dos alumnos de la escuela que no comparecieron a reconocimiento en una primera citación el pasado abril.

Liria declaró como testigo ante la Policía Nacional en septiembre pasado, cuando negó conocer cualquier rumor que apuntara a la posible comisión de los abusos por parte del profesor y manifestó que jamás habría permitido comportamientos de ese tipo, ya que "es padre y los niños son sagrados".

El profesor ingresó en prisión el 11 de septiembre pasado, tres días después de su detención, y salió en libertad cinco meses después con medidas cautelares como una fianza de 10.000 euros, la entregar del pasaporte, comparecencias periódicas en el juzgado y la prohibición de comunicarse o acercarse a menos de 500 metros de las cuatro presuntas víctimas.