Tras las elecciones autonómicas de 2015, impulsada por Ciudadanos y con el apoyo del PSOE y Podemos, al que finalmente se sumó el PP (aunque de sus 12 enmiendas sólo se aprobó una de carácter técnico), se aprobó la modificación de la Ley Electoral Regional. Este cambio llevó consigo la implantación de la circunscripción única, acabando con las antiguas circunscripciones comarcales y, esencialmente, bajó la barrera electoral del 5% al 3%, lo que permitió la entrada de más partidos y, por tanto, mayor pluralismo y fragmentación de la Asamblea Regional.

En los últimos meses se ha venido comentando la posibilidad de modificar otra ley con connotaciones electorales, la del Estatuto del Presidente, modificada durante los meses del Gobierno interino de Alberto Garre y que limita los mandatos de un presidente a dos, lo que haría, a día de hoy, imposible que el actual presidente Fernando López Miras fuese cabeza de lista de los populares. 

Pero con la nueva aritmética parlamentaria el Partido Popular, con el apoyo de Vox o del presidente de la Asamblea Regional (expulsado de Ciudadanos), podría tener en su mano la modificación de ambas normas, al contar con la mayoría parlamentaria suficiente. En ese caso, López Miras podría optar a renovar la presidencia si se elevara nuevamente la barrera electoral al 5% (como estaba anteriormente o como ocurre en la Comunidad de Madrid, Galicia o Baleares). Esto conllevaría, en base a los resultados del Barómetro de Mayo del Observatorio Español de Estudios Demoscópicos de la UCAM, una reconfiguración del reparto de escaños: El Partido Popular obtendría 22 actas, el Partido Socialista 15 y Vox 8. Mientras que el resto de fuerzas quedaría fuera de la Asamblea.

Sólo una confluencia de los partidos de izquierda, Podemos y Más País haría posible su entrada en el Parlamento murciano, quedando el reparto de diputados con 20 para el PP, 14 PSOE, 8 Vox y 3 la confluencia de izquierdas. 

Si continuamos con la política ficción, el PP, con el apoyo de Vox, tendría asegurado el Gobierno regional en cualquiera de los escenarios que se planteen. Pues, aunque las tres izquierdas acudieran en coalición a unos próximos comicios no lograrían pasar de 17 diputados (casi igual número que por separado), e independientemente de si la barrera electoral se mantuviese en el 3% o subiese al 5%.

Ciudadanos es el partido que saldría gravemente perjudicado de elevarse la barrera electoral, ya que con los números que arroja nuestro barómetro, obtiene un diputado (por un escaso margen del 0,4%) y si la barrera subiese al 5% quedaría muy lejos de obtener representación. Caso similar es el de Más País, que actualmente contaría con el 3,1% de los votos y obtendría representación. Sin embargo, sus tendencias son inversas. Ciudadanos cotiza a la baja y Más País al alza. Si hubiera que hacer una apuesta de futuro, la posibilidad de que Ciudadanos quede como una fuerza extraparlamentaria es mayor a medida que pasan los meses y Más País, aun siendo una incógnita, parece que tendría más fácil lograr representación.

Por dar una vuelta de tuerca más a este ejercicio de política ficción, podríamos plantear un cambio de liderazgo en las filas populares con una nueva figura como cabeza de cartel. López Miras ha cargado con el peso de la gestión de la ‘crisis Covid’ y en caso de optar por otra persona, el PP podría aumentar sus expectativas electorales. Parece complicado encontrar una Isabel Díaz Ayuso made in Murcia, pero... ¿Y si la encuentran?

A la luz de los resultados obtenidos en el Barómetro de mayo del Observatorio Español de Estudios Demoscópicos de la UCAM, y volviendo a las reglas de juego vigentes, resulta evidente que comienzan a afianzarse tendencias. El Partido Popular consolida su crecimiento y liderazgo en la carrera electoral a costa del que fuera su socio de gobierno, cuya tendencia a la baja le pone en grave riesgo de desaparición. Si nos movemos en un escenario de ejes, el de centro-derecha mantiene la hegemonía e incluso la refuerza con el crecimiento de Vox, si bien es cierto que este partido crece, pero no con el impulso que le llevó a ser primera fuerza en la Región en las elecciones nacionales. Vox no tiene la misma fuerza en clave regional que en nacional, pero eso es motivo para otro análisis más sosegado.

Si miramos a la izquierda, el Partido Socialista muestra una tendencia bajista y se acerca a los niveles de voto de los tiempos de Tovar. Por su parte, Podemos comienza a mostrar síntomas de agotamiento ante la ausencia de un liderazgo nacional fuerte tras la marcha de Iglesias, hecho que aprovecha Más País para surgir en la Región de la mano de Óscar Urralburu. La reorganización del eje izquierdo va a dar mucho juego en los próximos meses, pero queda muy lejos de alcanzar a sus oponentes de la derecha.

Faltan dos años para unas nuevas elecciones autonómicas, mucho partido por jugar, pero... ¿Y si a alguien le da por adelantar elecciones?