«En el Levante sin Trasvase: desierto y paro». Este es el lema de las movilizaciones que desde el Círculo por el Agua, el SCRATS, la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, y otros muchos colectivos promovimos el pasado 15 de mayo, nuestro particular 15M, en la multitudinaria manifestación que se celebró en 16 municipios de la Región de Murcia. Hasta la fecha fue una de las más numerosas jamás realizada por estas tierras, reivindicación a la que también se sumaron otras provincias como Almería o Alicante.

El fervor de la calle es evidente, muchos agricultores se unieron con sus tractores, camiones o tráileres, pero también cientos de miles de ciudadanos que ven como nuestro regadío y su abastecimiento está en juego. Contamos con el apoyo de todas las instituciones políticas de la Región de Murcia: desde la Asamblea Regional —especial agradecimiento a su Presidente, Alberto Castillo, por abrirnos sus puertas y ofrecernos su apoyo en todo momento— así como nuestra gratitud a todas las autoridades asistentes: consejeros, diputados regionales, senadores, alcaldes y concejales de municipios de la comarca, sin olvidarnos de una nutrida representación de diferentes organizaciones como ASAJA, COAG, COEC, FECOAM, PROEXPORT y UPA.

Nuestras reivindicaciones son justas y es gratificante observar que contamos con tanto apoyo, pero parece que desde el Gobierno central y en especial desde el Ministerio de Transición Ecológica, con la ministra Teresa Ribera al mando, no quieren atender nuestras propuestas, hacen oídos sordos a nuestra problemática y tienen una hoja de ruta clara para dar un golpe mortal a nuestro regadío.

Porque es importante que los ciudadanos lo sepan: el futuro del Campo de Cartagena y de todo el Levante español depende de que no se recorte el Trasvase Tajo-Segura. Las consecuencias por el grave impacto social, económico y medioambiental que generaría abocarían a nuestra querida Región a convertirse en un desierto, y a muchas familias a perder su puesto de trabajo.

Lo hemos dicho en muchas ocasiones: este año es clave para el Trasvase; 2021 marcará el devenir de presente y futuro de esta infraestructura que ha resultado ser vital para el desarrollo de nuestra comarca y de todo el Levante español en estos últimos 42 años.

Esto no va de partidos políticos o de corporativismo. El Trasvase Tajo-Segura es un pilar socioeconómico fundamental para el Campo de Cartagena. El sector agrícola de esta zona, y las actividades relacionadas con el mismo, generan un Valor Añadido Bruto de más de 2.800 millones de euros anuales, el 37% del PIB de la comarca, y emplea a 47.400 trabajadores a jornada completa. ¿Se imaginan cuántas familias levantinas dependen del Trasvase? Si se recorta, veremos las consecuencias en nuestro día a día, supone poner en riesgo el suministro ya que se va a disponer de menos agua, de peor calidad y mucho más cara.

Por tanto, el mantenimiento del Trasvase Tajo-Segura en las condiciones actuales es de vital importancia, dado que de ello depende el regadío de nuestros campos, el abastecimiento de nuestra población e industrias, el mantenimiento de puestos de trabajo, y la recuperación de la actividad económica, golpeada por la pandemia de la covid-19. Tampoco debemos obviar la importancia de las aguas del Trasvase en la lucha contra el cambio climático, ya que los cultivos regados por esta infraestructura absorben cada año 1,2 millones de toneladas de CO2.

El Trasvase es mucho más que agua, agua que, por otro lado, no pertenece a ninguna Región ni territorio, es un bien común. Nuestra pervivencia como Región dinámica, transformadora depende de esta infraestructura que ahora nos quieren limitar. Pero quieran o no, nos tendrán que oír. Las reivindicaciones de Levante son solo un aperitivo. En unos días, este lunes 24 de mayo, estaremos en Madrid con otra manifestación que promete ser histórica. Gota a gota, paso a paso, no vamos a permitir que nos ahoguen.