Investigadores del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) han detectado que una nueva variante genética podría estar asociada a un peor pronóstico en pacientes con enfermedades sanguíneas malignas, del grupo de los cánceres raros, denominadas neoplasias mieloproliferativas crónicas philadelfia negativas (NMP), informa el IMIB.

Se trata de una investigación liderada por los doctores Francisca Ferrer y Constantino Martínez, del grupo de Hematología y Oncología Médica Clínico Experimental del IMIB, en colaboración con el grupo Neoplasias Mieloproliferativas (GEMFIN), ha descubierto que una variante genética en un microRNA podría estar implicada en el desarrollo de neoplasias.

En concreto, se trata de una variante que afecta al 27 por ciento de la población general y que se asocia a una disminución de los niveles del miR146a, una molécula que actúa como 'freno' de la inflamación.

Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista 'Leukemia' y son los primeros en demostrar el papel de un microRNA, regulador de la inflamación, en la historia natural de estas neoplasias.

Se sabe que la alta carga de una mutación en el gen Janus quinasa 2 (JAK2) y la presencia de mutaciones cooperantes en otros genes son los principales factores de riesgo de progresión de la enfermedad.