La Sanidad murciana ha entrado en bucle con el problema de la escasez de profesionales. Cada año la falta de previsión hace que otras comunidades se lleven a los médicos que se han formado en Murcia y este año parece que no va a ser menos. Muchos ya están preparando las maletas al ver que se termina su periodo de residencia el próximo 25 de mayo y aún no saben qué contratos va a ofrecer el SMS, cuando en otras autonomías los ofertaron hace meses.

«Unos 250 MIR acaban ahora su residencia y ven con incertidumbre su futuro, todo está en el aire y desde Salud no concretan qué va a pasar con las contrataciones», explica Domingo Antonio Sánchez, presidente del comité de empresa del SMS.

En una semana acaban los residentes de cuarto y quinto año y «es el momento de aprovecharlos porque con la pandemia nos hemos dado cuenta realmente de la necesidad que hay en el sistema sanitario público», apunta.

Uno de estos facultativos, con los que ha hablado LA OPINIÓN y que prefiere mantener su anonimato, recuerda las largas jornadas en la UCI de un hospital de Murcia en el que ha hecho su residencia en Medicina Intensiva y donde ha estado los últimos cinco años. «Este último año ha sido muy complicado, lo hemos dado todo para atender a los pacientes que llegaban y después de todo el esfuerzo a muchos nos queda el sabor amargo de tener que marcharnos porque no se nos ofrece un contrato», afirma.

Además, recuerda el problema que hay para encontrar intensivistas formados y la previsión para abrir una nueva UCI en Caravaca, «situación que choca con la previsión de contratos del SMS».

Bolsa extraordinaria

Desde la Consejería informan de que el próximo lunes, 17 de mayo, se publicará el procedimiento para la constitución de una bolsa extraordinaria de trabajo de Facultativos Sanitarios por urgencia, al estar agotadas las bolsas ordinarias de facultativos, que permitirá inscribirse a los MIR que no forman parte de la bolsa actualmente. De esta forma quieren ofrecerles un contrato de trabajo con incorporación inmediata como residentes (contratos laborales). El objetivo es contratar a todo aquel que se inscriba en la bolsa para refuerzo de las plantillas de facultativos sanitarios, con la previsión de contratos de un año. No obstante, los residentes consideran que esa oferta llegará tarde.

«Los sanitarios tenemos vocación, pero también vida y familia»

Pablo Madrigal es uno de los profesionales que se ha formado en la Sanidad murciana y que en unos días se marchará al no haber llegado a tiempo los contratos que el SMS prevé ofrecer a sus médicos residentes. 

El doctor Madrigal ha ejercido como médico de familia en el centro de salud Isaac Peral de Cartagena en los últimos cuatro años y ha decidido dar el paso y marcharse a Albacete. Al salir de su puesto de trabajo explica a LA OPINIÓN que «ayer (por el jueves) nos llegó algo de información de que se va a abrir una bolsa extraordinaria, pero nosotros acabamos el día 25 y hasta el 30 de mayo el SMS no tendrá actualizada la bolsa y los méritos, cuando en Castilla-La Mancha sé desde hace dos meses el tipo de contrato que tendré, el día que empiezo y mis guardias organizadas hasta septiembre».

«Los médicos tenemos vocación, pero también vida, familia y pareja y es normal que queramos organizarnos con algo de previsión y tiempo», afirma.

Este sanitario ha estado cuatro años haciendo la residencia de Medicina Familiar y Comunitaria en Cartagena y reconoce que el objetivo de cualquier profesional es quedarse donde se ha formado, con el equipo de compañeros con el que ha estado los últimos años, ya que conocen la forma de trabajar y el sistema. A lo que añade que «no tiene sentido que el SMS gaste dinero en formarnos y luego deje que nos marchemos».

«Nos dicen que nos quieren fidelizar, pero no se puede si no sabemos ni los contratos que van a ofrecer a sólo una semana de terminar. Por lo que se contrapone el discurso con la realidad y la pésima planificación que llevan», señala este profesional.

Desde su punto de vista, «habrá un problema serio en Atención Primaria a corto plazo si no cambia el sistema y más después de la pandemia».

Pablo Madrigal recuerda que en este último año «nos hemos dejado la piel para atender a la población de la mejor forma posible y es duro tener que marcharme», pero en Albacete le dan una estabilidad que no tiene en Murcia. «Allí empezaría el 1 de junio y tengo planificadas las guardias hasta septiembre, no tiene nada que ver», subraya.