En el caso de las aseguradoras, el coronavirus les ha golpeado doblemente: dado el cariz del sector, no solo sufren las consecuencias del cerrojazo económico que padecen la totalidad de los negocios, sino que han de hacer frente a una serie de bulos, ‘rulando’ por la Red, que han hecho daño.
Una de estas falsedades sostenía que las compañías no hacen seguros de vida a personas que se han vacunado «hasta pasados al menos seis meses tras la inoculación». Una vez más, las redes sociales se convirtieron en el caldo de cultivo perfecto para difundir de forma masiva mensajes engañosos y confusos sobre el tema.
La Asociación Empresarial del Seguro (Unespa) se apresuró a desmentir estas afirmaciones y dejó claro que «las aseguradoras de vida sí pagan las indemnizaciones por fallecimiento de personas que hayan muerto tras habérseles administrado una vacuna frente a la covid», al tiempo que subrayaba que «el contenido del audio que circula por aplicaciones de mensajería móvil es falso».
Que alguien se ponga la vacuna demuestra su preocupación por la salud, lo cual le da puntos a la hora de hacerse un seguro de vida
La presidenta de Unespa aludía también recientemente a las tensiones coyunturales que sufre su sector, como el «trauma muy profundo» que está suponiendo la pandemia de covid-19, «suficientemente duradero como para imprimir sus consecuencias en nuestra conciencia colectiva y hacerlas permanente».
Todo ello en un sector, apostilla, que «ya estaba sometido a retos» antes de que la pandemia irrumpiera en el mundo e hiciese estragos, con 1.600 muertos solo en la Región de Murcia.
Explican los expertos que no tendría sentido alguno anular los seguros de vida por querer protegerse contra la covid, ya que la vacuna en realidad no solo ayuda al asegurado, sino también a las compañías de seguros, que, por estadística, tendrán menos decesos gracias a los procesos de vacunaciones masivas que se están viendo, por ejemplo, en Cabezo Beaza, en Cartagena, o en el Enrique Roca de Murcia. De ahí la necesidad de que no se apliquen cláusulas que no ayudarían en nada al mercado de los seguros.
Que alguien se ponga la vacuna no es algo adverso, sino que demuestra la preocupación de esta persona por su salud, lo cual le da puntos a la hora de hacerse un seguro de vida. Vaya por delante que los posibles efectos secundarios de los ‘pinchazos’ son algo residual que se está dando en muy pocas personas en el planeta.
La vacuna, por tanto, es una aliada del sector de los seguros, en la lucha contra el común enemigo, que es el coronavirus, y con la vista puesta en una pronta recuperación de la normalidad que haga funcionar el engranaje de la economía y la vida.