Cultivar cannabis en Reino Unido es un delito que puede acarrear penas de hasta 14 años de prisión para quienes sean considerados sus autores. También es delito la tenencia en sí de la sustancia: la pena por posesión de esta droga puede llegar a los cinco años entre rejas.

En el caso de España, fuentes policiales llevan tiempo lamentando que el Código Penal levante tanto la mano con quienes se dedican a producir esta droga considerada ‘blanda’.

Lo advertía ya hace unos años un informe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) del Cuerpo Nacional de Policía en la Región, que destacaba que «las penas por cultivo de marihuana, al estar considerada una droga que no perjudica gravemente la salud, tienen un castigo casi simbólico para los traficantes, siendo de uno a tres años de prisión; pero, si las partes pactan y se conforman, la pena final acaba quedando en unos pocos meses».

Además, la marihuana la puede cultivar cualquiera comprando legalmente las semillas, fertilizantes, una toma de luz, una lámpara de sodio, extractores y un sistema de humidificación.

Esta realidad está dando lugar a que ‘narcos’ británicos se estén mudando al Levante español, donde cultivan la droga que luego se llevan para distribuir en su país natal. Esta misma semana, la Policía anunciaba que había desmantelado una de las plantaciones de marihuana con mejor tecnología para el cultivo de la droga de toda la Región de Murcia, en una operación en la que se hallaropn 20 kilos de droga cuyo destino final, según la investigación policial, iba ser Reino Unido.

Cerca de una treinta de agentes llevaron a cabo un dispositivo en el que se detuvo a cuatro de los miembros de la organización, ingleses, y se desmanteló todo un cultivo indoor de marihuana.

«Fue cuando se llevó a cabo la entrada y registro cuando la Policía fue consciente de la importancia del operativo: no estaban ante una plantación de marihuana cualquiera, se trataba de un cultivo que contaba con la más alta tecnología para el cultivo de la droga», revelaba el Cuerpo.