Existen dos parámetros claves, hay otros muchos secundarios, que subrayan la importancia que conlleva la digitalización en el sector industrial como aspecto fundamental, amén de necesario, para impulsar el cambio de modelo productivo en la Región de Murcia. El primero es que, según los expertos, las empresas digitalizadas son un 10% más productivas, exportan el doble y duplican la creación de empleos, por contraposición a las firmas que no han abordado su transformación digital. El segundo parámetro es que la incorporación de tecnologías digitales a la empresa y, de manera más específica, en las de ámbito industrial, las hace mucho más competitivas. Obviamente, esto no es ningún secreto, basta echar una ojeada, cualquier día, a los medios de comunicación para percibirlo. Desde los grandes monstruos estadounidenses a una empresa emergente cartagenera.
La dificultad no está tanto en el ‘qué’, cuanto en el ‘cómo’. La inmensa mayoría de nuestras empresas son pymes y a veces los recursos económicos, grandes inversiones, y humanos disponibles, empleados dedicados a implantar estas medidas, no les permiten mucho margen de maniobra.
En este sentido, una de las puertas de entrada a la digitalización, también en el sector industrial, consiste, por un lado, en adecuar la estrategia de digitalización a las dimensiones de la empresa. Seguramente, no será necesario que todas las empresas murcianas instalen equipos de robótica, pero muy probablemente sí resultará imprescindible que automaticen otros procesos más sencillos que incrementarán notablemente su productividad.
El concepto de colaboración es fundamental, tal como se desarrolla con el programa de ágora Digital Innovation Hub que tiene por objetivo agrupar y multiplicar las sinergias en el campo de la digitalización como etapa primera, a la vez que ineludible, para llegar a la Industria 4.0
Otra ventana a la digitalización es aprovechar la amplia oferta de herramientas que la Administración regional ofrece para impulsar la digitalización en las empresas. En el caso concreto del Instituto de Fomento van desde subvenciones directas para prevenir ciberataques a jornadas de modelado en 3D pasando por asesoramiento especializado en materia de digitalización.
A diferencia de otros cambios en los modelos productivos industriales del pasado, este tren ha parado en nuestra estación y las empresas regionales han sido capaces de subirse a un futuro que resulta, cada día que pasa, más imparable. Sin embargo, todavía tenemos mucho recorrido por delante y un gran margen de maniobra para mejorar las innumerables ventajas que propicia la digitalización.
Hace no tantos años, un aspecto que ahora nos resulta tan banal como tener una página web (en la actualidad el 70% de las empresas murcianas poseen una) resultaba todo un desafío. Desafíos que ahora se manifiestan en otras vertientes de la digitalización. Así, por ejemplo, sólo el 6,4% de las empresas regionales de más de 10 trabajadores recurren a servicios de Big Data. Por otro lado, sólo el 3,7% de las empresas de la Región con más de 10 trabajadores hace impresión en 3D. El comercio electrónico la tasa de uso sigue siendo relativamente baja, así, en el caso de la industria (incluyendo la agroalimentaria), el porcentaje se sitúa en el 15,6%.
Sin embargo, hay otros sectores donde la digitalización ha avanzado a pasos agigantados. Según el INE, en la Región destacan por orden de importancia en su utilización los dispositivos de rastreo de vehículos y mercancías, seguidos por medidores inteligentes de consumo de energía, etiquetas RFID para mejorar el servicio a clientes, sensores para maquinaria automatizada, sistemas de vigilancia y accesos, así como mecanismos para coordinar el funcionamiento de almacenes logísticos.
Conviene, asimismo, resaltar la notable importancia del sector primario en el Internet de las Cosas, si bien, los datos del INE no incluyen, sin embargo, a la agricultura regional, en cuyos invernaderos está generalizado el ‘internet de las cosas’ para monitorizar el desarrollo de las plantaciones bajo todo tipo de sensores: luz, temperatura, humedad, parásitos, niveles de CO2, flujo de agua, etcétera.
Pues bien, sea para impulsar la digitalización en los sectores más rezagados, sea para consolidarla en aquellos más avanzados, el Instituto de Fomento coordina y ejecuta, desde hace algunos años la estrategia Murcia Industria 4.0.
Con el concepto de Industria 4.0, de hecho, vamos un paso más allá. Se trata de asumir el concepto de ‘transformación digital’ que sería una fase posterior a la ‘digitalización’ y es hacia lo que la empresa debería tender si quiere cambiar su modelo de negocio. La digitalización es pasar de algo físico a digital, de algo manual a automático. Comprar el último equipo del mercado es una digitalización pero sólo cuando empieza a haber ‘conectividad’ y se hace uso de la información generada, la empresa empieza a saber qué está pasando, puede adelantase al mercado, a problemas durante el proceso productivo, puede personalizar sus productos, puede convertirlos en servicios. Es decir, empieza a haber un cambio en su modelo de negocio, se empieza a hablar de Transformación Digital o Industria 4.0
Industria 4.0
Murcia Industria 4.0 es uno de los ejes trascendentales de la estrategia del Gobierno regional con la finalidad de reorientar de la estrategia industrial hacia los entornos 4.0; la creación de Empresas Innovadoras de Base Tecnológica (EiBT); el impulso mediante líneas de ayudas y fórmulas financieras específicas a las industrias para que den el salto a la cuarta revolución industrial; la creación de un entorno de colaboración entre pymes y grandes empresas que desarrollan proyectos de I+D+i, y la potenciación de la industria local mediante el desarrollo de viveros de empresa de industria conectada.
La Estrategia Murcia Industria 4.0 fue concebida y, así se está ejecutando, con políticas integradoras, obviamente de las empresas que son los actores principales, pero también de diferentes departamentos de la Administración regional, asociaciones sectoriales y entidades implicadas en la I+D+i. Este concepto de colaboración es fundamental, tal como se desarrolla con el programa de ágora Digital Innovation Hub que tiene por objetivo agrupar y multiplicar las sinergias en el campo de la digitalización como etapa primera, a la vez que ineludible, para llegar a la Industria 4.0.
De la fase de equipamientos informáticos y sistemas conectados, las industrias acceden a ver en tiempo real lo que ocurre en sus empresas, entienden por qué y cómo se pueden mejorar los procesos, son capaces de prepararse ante los imprevistos y optimizar sus capacidades de adaptabilidad a la vorágine con que hay que modificar los productos, los servicios, los imponderables del mercado.
Solamente a través de esta mentalidad cooperativa, la digitalización que comporta la Industria 4.0 alcanzará sus objetivos de fortalecer las capacidades competitivas de las pymes mediante el desarrollo de una política industrial local con visión global: industria ‘GloCal’, la mejora del capital humano industrial con visión global y especializado, la captación de recursos y desarrollo de infraestructuras estratégicas para la industria del futuro y de inversiones con visión de especialización inteligente.