El futuro de la movilidad pasa por el desarrollo de políticas de actuación que respeten el medio ambiente y giren en torno a la digitalización. Conscientes de ello, las empresas de transporte y logística trabajan cada día por aprovechar al máximos las nuevas teconologías y adaptar sus flujos de trabajo para ser más sostenibles.

En este contexto, la Comisión Europea ha presentado recientemente ‘Estrategia de movilidad sostenible e inteligente’ junto con un plan de acción que comprende 82 iniciativas que deben llevar a cabo durante los próximos años. El objetivo de esta estrategia es sermás resiliente ante futuras crisis y lograr reducir el 90% de las emisiones antes de 2050.

La denominada Estrategia para una Movilidad Inteligente y Sostenible está llamada a convertirse en una piedra angular del Pacto Verde, el gran eje de la política energética y medioambiental de la Comisión para que la UE alcance la neutralidad climática en 2050.

«Lo que tenemos que intentar es satisfacer las necesidades de los europeos», que salvo por la interrupción de la pandemia cada vez viajan más, y «al mismo tiempo hacer decrecer la huella de carbono del transporte», declaró en rueda de prensa el vicepresidente de la CE para el Pacto Verde, Frans Timmermans.

El plan de trabajo sobre un sector que supone el 5 % del PIB de la UE y 10 millones de empleos cuenta con 86 iniciativas a desarrollar en los cuatro años de mandato que le restan al Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen y fija objetivos para 2030, 2035 y 2050.

La Unión Europea de Transportistas por Carretera (UETR) considera que la iniciativa de la Comisión Europea sobre la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente es un instrumento clave para abordar una serie de desafíos actuales y futuros para el transporte por carretera en los próximos años, en el contexto más amplio del Pacto Verde de la UE.

Sin embargo, a su juicio la pandemia por el covid-19 obliga a repensar algunos problemas importantes para el transporte por carretera. «Es necesario trabajar en una estrategia para el transporte por carretera después de la crisis, que combine competitividad y sostenibilidad, y sin olvidar la dimensión social y las especificidades de las pequeñas empresas», apuntan.