La hipótesis de que el atentado contra la sede de de Podemos en Cartagena fuera "autoinfligido", como apuntaron ayer fuentes cercanas a la investigación a LA OPINIÓN, pierde fuerza y ahora la Policía Nacional trabaja en dos vías que apuntan a que fueron personas relacionadas con la extrema derecha las que arrojaron un artefacto incendiario contra las instalaciones del partido morado.

Otras fuentes próximas al caso explican que un soplo les llevó a investigar a un exmilitante de Podemos; sin embargo, la propia investigación acabó por hacer decaer esta línea de trabajo, aunque desde el Cuerpo "nunca se descarta nada por completo".

Desde la Policía insisten en que la investigación sigue abierta y, de momento, no se han efectuado detenciones, algo que ha criticado el propio Pablo Iglesias.

Por su parte, como ya adelantó este periódico, Vox va a personarse como acusación particular "para que se investigue hasta el final" estos sucesos. De esta forma, la formación de Santiago Abascal tendrá acceso a los informes policiales relativos al caso.

Se trata de la misma estrategia que el partido ultraconservador sigue en Madrid, donde también se personarán como acusación popular en el caso que investiga las amenazas de muerte al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez. Iglesias abandonaba la semana pasada el debate electoral de la Cadena SER después de que la candidata de Vox, Rocío Monasterio, pusiera en duda las amenazas al candidato de Unidas Podemos. «Yo de Pablo Iglesias me creo poco. Creo que todos los españoles, cada vez que vemos algo que dice Pablo Iglesias lo ponemos en duda». Asimismo, recriminó que Podemos no hubiera condenado las agresiones que recibieron los dirigentes de Vox en el mitin que ofrecieron en Vallecas.