Jugar a conseguir la vacuna contra la covid-19 tras superar, con humor y optimismo, cartas de tus contricantes como "El negacionista", "El policía del edificio" o los personajes "Pedro Pánchez", "Fernando Timón" o "Miguel Nosé", es el objetivo de un juego de mesa creado por Franchi Giuliodoro y María Abril.

"El bicho" fue ideado hace nueve meses por esta pareja, amigos y residentes en Barcelona y Murcia, que se conoció en el mundo laboral de la publicidad, y que, en palabras del cartagenero Giuliodoro, tiene un doble objetivo: usar la risa y el positivismo y que sirva de recuerdo para cuando la pandemia pase.

El juego de cartas, en el que pueden participar de 3 a 6 personas, consiste en encontrar la receta de la vacuna para acabar con "El bicho", para lo cual hay que reunir los ingredientes necesarios antes que el resto de rivales.

Durante cada turno, los jugadores podrán pasar situaciones "muy malas", como una manifestación dirigida por el negacionista "Miguél Nosé", un discurso de "Fernando Timón" o una norma impuesta por "Pedro Pánchez".

También pueden ocurrir "cositas buenas", como un aplauso colectivo por lo bien que lo haces o un cajón lleno de papel higiénico, uno de los tesoros más preciados durante los primeros meses de pandemia.

"Movidas chungas" como un confinamiento domiciliario, la clausura de los bares y restaurantes durante 15 días o una PCR de buena mañana son otros de los peligros que acechan a los participantes de este juego, cuya financiación se realiza mediante micromecenazgo.

A lo largo de la partida, cada jugador dispondrá de cartas de acción, que formarán parte de su mano y harán que pueda sabotear a los otros jugadores, como, por ejemplo, lanzarles un estornudo peligroso y que descarten sus cartas para desinfectarlas o que pierdan su turno porque les lanzó una videollamada eterna.

Con la premisa de que las partidas sean amenas y no duren más de 40 minutos, Giuliodoro ha concretado que el juego está compuesto por 100 cartas, un manual de instrucciones, una toallita con gel hidroalcohólico y una piruleta.

Una vez lograda la financiación suficiente -por ahora llevan el 63 % recaudado- los autores prevén necesitar dos meses para diseñar, producir y enviar a los donantes una versión del juego.

Giuliodoro ha explicado que los continuos cambios en la sociedad española tras la irrupción de la pandemia les han obligado a hacer modificaciones en la idea inicial y apostar por personajes y situaciones que sean conocidas por la inmensa mayoría de la población.