Hasta 70.000 personas que padecen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en la Región de Murcia se podrían haber quedado fuera del grupo de pacientes de ‘muy alto riesgo’ dentro de la estrategia de la campaña de vacunación frente al coronavirus del Ministerio de Sanidad. Todo ello a pesar de que su mortalidad puede llegarse a triplicar en caso de que contraigan la covid, según diversos estudios. Desde la Sociedad Murciana de Patología del Aparato Respiratorio (Somupar) advirtieron hace unos meses que, tras la realización de un estudio para conocer la prevalencia y las características de la EPOC en España, hasta 70.000 murcianos podrían estar afectados por esta dolencia.

Hasta el 80-85% de los pacientes con EPOC padecen esta enfermedad por haber sido fumadores y se caracteriza por sufrir falta de aire, sibilancia, opresión del pecho, tos crónica o infecciones respiratorias frecuentes, entre otros signos. El Ministerio que dirige Carolina Darias ha decidido finalmente que estos enfermos no sean vacunados dentro de este grupo, aunque sí pueden ser inmunizados si cumplen con la edad requerida o si se dedican a profesiones consideradas ‘esenciales’, como las de bombero, policía o docente, entre otras.

Manuel Castilla, neumólogo en el Hospital Los Arcos del Mar Menor, en San Javier, reconoce que este importante grupo de afectados se haya quedado fuera de momento en la estrategia de vacunación es «una sorpresa», porque «si algún usuario sufre una enfermedad respiratoria de base que termina siendo grave, tiene menos posibilidades de que su evolución sea favorable».

Castilla afirma que «hemos aprendido qué grupos de población tienen más riesgo de tener un desenlace fatal», pero hasta ahora «no están bien representados» en este primer grupo de pacientes de ‘muy alto riesgo’ para la vacunación, algo que espera que «subsanen pronto». El principal problema, reconoce, es el déficit de vacunas y defiende que también existen «otras enfermedades respiratorias graves que también deberían ser prioritarias, como fibrosis pulmonar, fibrosis quística e incluso otras neuromusculares que también afectan a la respiración, como la miastenia gravis o distrofias musculares.

Esta misma circunstancia se da también en los 180.000 enfermos por diabetes que se contabilizan en la Región, que solo por su enfermedad, no tienen por ahora permiso para poder inmunizarse frente al coronavirus. Sanidad también ha dejado fuera a este grupo de enfermos que, según el presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE), el murciano Juan Francisco Perán, están más expuestos si contraen el coronavirus no solo por las descompensaciones en los niveles de la glucosa en la sangre, sino también por las «posibles inflamaciones, malas circulaciones sanguíneas e incluso fallos multiorgánicos».

Perán reconoce que la noticia de que no hayan sido incluidos dentro del grupo 7 es «una decepción» porque en los últimos meses han solicitado de forma directa a la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, que se tenga en cuenta a los miles de diabéticos que hay en España para recibir las dosis.

«En febrero ya admitieron que éramos un grupo vulnerable y que nos tendrían en consideración, pero a día de hoy seguimos estando en el mismo punto. No entendemos los motivos por los que no se han incluido a estos afectados, pues los datos confirman que con estar vacunados evitaríamos complicaciones más graves que incluso podrían llevar a la muerte», manifiesta el presidente de FEDE.

Por ahora, dentro del grupo 7 o de personas con condiciones de muy alto riesgo se incluyen a los usuarios trasplantados o en lista de espera, pacientes oncológicos, en hemodiálisis y diálisis peritoneal, infectados con VIH, inmunodeprimidos, personas con inmunodeficiencia primaria y personas con síndrome de Down mayores de 40 años. En la Región, este grupo representa a 11.000 usuarios, según la Consejería de Salud.