Los regantes se manifiestan este jueves ante la Subdelegación del Gobierno en Alicante en la primera jornada de protestas que planean realizar en contra del cambio de la regla de explotación del trasvase Tajo Segura que contempla que las aportaciones de Entrepeñas y Buendía se reducirán de 38 hectómetros cúbicos a 27 cuando la cabecera esté en el ‘nivel 2’. Tras esta concentración le seguirán otras en Murcia, Almería y finalmente en el Ministerio de Transición Ecológica en Madrid.

El presidente del Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, dejó claro que la protestas no podrán ser multitudinarias, ya que las convocatorias deberán ajustarse a las normas de prevención del coronavirus.

Los representantes del Círculo del Agua de la Región, Almería y Alicante han acordado movilizarse «ante la propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de rebajar los volúmenes del Trasvase mediante reales decretos».

Las protestas se iniciarán con una reunión en Madrid, tras la cual se celebrará una concentración, previsiblemente ante la sede del Ministerio. Reclamarán también una reunión del presidente Pedro Sánchez con los máximos responsables de los ejecutivos autonómicos de la Región, la Comunidad Valenciana y Andalucía.

Lucas Jiménez, portavoz del citado Círculo del Agua, dijo ayer que el Acueducto se encuentra «en un momento decisivo, en un punto de inflexión para el futuro de una infraestructura que ha vertebrado hasta ahora el Levante español con el conjunto de la nación» y en este momento se ha aprobado un «elevado e injustificado aumento de los caudales circulantes en el alto Tajo» cuando el Plan Hidrológico del Tajo aseguraba que con los actuales caudales el río gozaba de buena salud ecológica.

«Habrá probablemente una asamblea del Círculo en Madrid que termine en algún tipo de concentración frente al Ministerio», en la plaza de San Juan de la Cruz. Reconoció que no podrán desplazarse a la capital 30.000 personas a causa de la pandemia como sí pudieron hacer en la última gran concentración de protesta en la plaza de Colón, el 7 de marzo de 2018, pero adelantó que los regantes tirarán de la imaginación, «porque a veces no importa el número, sino hacernos ver».

Jiménez también anunció «marchas en todos los municipios» afectados, además de la celebración de asambleas abiertas para trasladar a la sociedad civil las causas de este «cabreo monumental que existe en el sector agrícola».

Criticó la revisión «a marchas forzadas de las reglas de explotación del Trasvase, más allá de los planteamientos ideológicos de la ministra del ramo», Teresa Ribera. «El roto que nos va a hacer Ribera con el Trasvase», afirmó, supone algo mas de 91 hectómetros cúbicos de agua. Según Jiménez, la ministra «dijo que lo iba a arreglar con un zurcido de desalación», cuando no existen infraestructuras para trasladar las aguas desaladas a las fincas agrícolas, porque que se estiman unos ocho años de obras.

En el encuentro participaron las organizaciones agrarias levantinas y las patronales de las industrias hortofrutícolas, quienes llegaron a la conclusión de que para protestar deberán salir a la calle e informar a la población, porque los recortes no afectan exclusivamente a los regantes, dado que se producirán incrementos de precio en el ag