Un factor emocional puede ser la clave que lleve a explicar por qué se ha disparado tanto la demanda para estudiar carreras como Medicina o Enfermería. El actual curso académico nació ya en plena pandemia y los procesos de preinscripción en julio del pasado año estaban ‘contaminados’ por todo lo que había acontecido en meses anteriores. Las plazas para estudiar estos dos grados sanitarios son las que son en la Universidad de Murcia, pero no ha evitado que la demanda se haya disparado por la pandemia.

En conjunto, las peticiones para ocupar una de las plazas de Medicina o Enfermería para este curso han aumentado un 34% con respecto al periodo 2019/2020. Medicina cuenta con 200 plazas para estudiantes de nuevo ingreso y Enfermería con 320 puestos repartidos en tres campus de la UMU (Murcia con 200, Lorca con 70 y Cartagena con 50). Solo la demanda de Medicina llegó este curso en la fase de preinscripción a alcanzar las 4.006 solicitudes de alumnos respecto a las 2.619 del curso pasado. Esto supone que a cada plaza ofertada por el grado de la UMU llegaron a aspirar 20 personas. Por todo ello, la nota de corte también se disparó tras las pruebas de acceso a la universidad, llegando al 13.15 sobre catorce.

En el caso de Enfermería, la demanda también ha crecido, pasando de las 1.566 solicitudes el curso previo a la pandemia (con cifras en torno a las 220 para los campus de Cartagena y Lorca) a 2.333 este año académico, prácticamente un tercio más que en el 2019/2020. El número de aspirantes que este curso han optado a una de las plazas de Enfermería ascendía a casi cinco personas.

En total, ambas carreras tuvieron que rechazar las solicitudes de 5.819 personas.

La UMU también registró este curso un aumento de estudiantes de segundo de Bachillerato o FP que se presentaron a las pruebas de acceso a la universidad, un factor que influyó en el mayor número de peticiones para entrar a ambas carreras.

Pesa el perfil humanitario

La decana de Enfermería, María Dolores Flores, pone el foco en el «perfil humanitario» que tienen profesiones como estas: «El campo de las ciencias de la salud ha tenido siempre un atractivo por los modelos profesionales, y más este año por todo el trabajo y el esfuerzo que se ha visto en los hospitales o centros de salud». Carmen Robles, decana de la Facultad de Medicina, pone el acento en las salidas profesionales y en el efecto que la crisis sanitaria ha tenido sobre los jóvenes: «Esto ha impulsado que haya más gente interesada en estos estudios. Se necesita mucho empleo en estos sectores».

Flores también destaca que pese a que aumenta la demanda en carreras como Enfermería, en los últimos años ha sufrido recortes para que la Universidad pueda cumplir los criterios de calidad que marca el Ministerio de Universidades. Desde 2018 el grado de Enfermería ha reducido su oferta en 26 puestos y otros 20 se perderán en los estudios que se imparten en el campus de Espinardo el próximo curso. «Los criterios hay que cumplirlos, hay que rebajar la tasa de profesores asociados. En los últimos años se han jubilado muchos compañeros pero no se han cubierto sus puestos con contratos a tiempo completo. La UMU sufre el problema de no tener los suficientes presupuestos para ello».