El consejero de Salud, Juan José Pedreño, y el portavoz técnico del Comité de Seguimiento Covid, Jaime Pérez, comparecían, como cada lunes, en rueda de prensa para informar de las decisiones de la reunión de este órgano, que mantiene las mismas medidas que la semana pasada: cierre perimetral de la Región y toque de queda de once de la noche a seis de la mañana.

El lunes pasado, la Región relajaba sus medidas: la prohibición de reunirse en casas se levantaba y el toque de queda dejaba de ser de diez de la noche a seis de la mañana. En el caso de las viviendas particular, máximo cuatro no convivientes. Misma regla que se pone en el interior de los bares, donde sí se deja que seis personas se reúnan en la terraza de un restaurante a comer o cenar.

Pedreño afirmó que se prevé que lleguen estos días a la Región 31.000 dosis de Pfizer y unas 11.000 de AstraZeneca. «La previsión es citar a más de 70.000 personas para vacunarles en centros de salud y pabellones», destacó. «Nos queda mucho camino por andar todavía», subrayó el consejero, a lo que añadió que «vamos a priorizar la vacunación masiva por colectivos de edad».

«Los centros de salud no podemos bloquearlos con 200 personas: necesitamos que hagan su actividad diaria», explicó el consejero, en referencia a por qué usar el sistema de los grandes pabellones.

Asimismo, Salud prevé empezar a vacunar a las alrededor de 14.000 personas de riesgo que hay en la comunidad: la idea es empezar esta semana con los pacientes en hemodiálisis y la próxima con los enfermos de cáncer.

«No hay ninguna vacuna mala: todas son buenas», insistió el consejero, que destacó que están llamando por teléfono a la gente para vacunarse en vez de usar el mensaje de texto, porque este sistema no era entendible por algunos vecinos, en especial mayores.

Por localidades, Puerto Lumbreras sigue en nivel de alerta extremo y confinado y en nivel muy alto está Ricote: tiene pocos casos, pero también poca población.