El calzado afronta un nuevo golpe que pone en peligro las exportaciones a Estados Unidos ante las amenazas de Washington de endurecer los aranceles a los productos de la UE como represalia por los impuestos a las compañías tecnológicas, conocidos como ‘tasa Google’. Una quincena de alcaldes de los municipios españoles más ligados a la industria del calzado mantenían ayer un encuentro en el Ayuntamiento de Elche, en el que acordaron solicitar al Gobierno que se incluya a esta industria en el real decreto de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial tras sufrir una caída de la producción del 28%.

A la crisis se ha sumado en las últimas semanas la posibilidad de que EE UU imponga nuevos aranceles a algunos productos de la UE, como el calzado, en respuesta a los recientes impuestos a los servicios digitales que han anunciado algunos países europeos, entre ellos España, tal y como han hecho constar en el manifiesto los alcaldes. EE UU es el primer destino de las exportaciones extracomunitarias de calzado, que en 2020 alcanzaron 151,6 millones de euros y 3,6 millones de pares. Por estas razones también solicitan al Gobierno que aplique cuantas acciones sean necesarias para evitar la imposición de nuevas tasas, que serían enormemente perjudiciales para el sector.

Los regidores de ciudades como Elche, Elda o Caravaca de la Cruz, entre otras, firmaron una declaración institucional en la que piden al Gobierno de la Nación «el apoyo inequívoco al sector del calzado, sus componentes, maquinaria y marroquinería, máxime en un momento en que las empresas están iniciando el camino de recuperación de los devastadores efectos de la pandemia de la covid-19».

El alcalde de Caravaca, José Francisco García, manifestó que considera «imprescindible que un sector especialmente castigado por la pandemia como es el calzado y sus componentes tenga acceso a estas medidas que buscan preservar el tejido productivo y el empleo». García destacó que el del calzado es un sector que «ha sabido comprender e interiorizar en sus procesos productivos de una manera muy fructífera la importancia de la incorporación del mundo digital a los ciclos de diseño y fabricación, para responder con eficacia a los retos competitivos que se le han ido planteando en las últimas décadas». Tras haber superado hace tan solo unos años periodos de adversidad, la industria del calzado y de los componentes y maquinaria para el calzado se ha consolidado como un sector industrial competitivo y con alta capacidad de crecimiento futuro», recordó García.

Sin embargo, la producción ha sufrido una caída de cerca del 30% en este último ejercicio. A nivel nacional, el sector emplea a más de 37.000 personas y se estima que ha perdido a causa de la crisis sanitaria 19.000 puestos de trabajo. Igualmente, lidera las caídas de los sectores industriales, con un descenso del 28,2% de Índice de Producción Industrial (IPI) en 2020, y las exportaciones han disminuido un 15,7%.

En la declaración institucional, los alcaldes piden al Gobierno que incluya al calzado entre los sectores económicos que recibirán ayudas extraordinarias en un intento de paliar los efectos de la crisis.

Por su parte, Ginés Bernal, directivo de la firma de Caravada Calzados Casteller, explicó que «la situación para el sector está siendo muy complicada como consecuencia del cierre de establecimientos debido a los diferentes confinamientos. Ahora mismo nuestro calzado está repartido por diferentes almacenes de fuera de España a la espera de que las tiendas recobren su activad y se puedan empezar a vender». Además, la cancelación de ferias internacionales también ha propiciado la bajada de ventas: «Somos un sector en el que las misiones comerciales son clave para la presentación de campañas», indicó. Bernal también pone de manifiesto que la bajada de producción ha reducido la campaña de calzado en casi dos meses y que también han tenido que reducir el número de trabajadores que se contrataban en plena campaña.