El Gobierno está estudiando rebajar a un 5 la nota media en un grado universitario para conceder una beca a los estudiantes que cursen un máster habilitante, obligatorios para ejercer una profesión (abogados, algunos profesionales sanitarios ...). Así lo establece el borrador del real decreto que regula los umbrales de renta y patrimonio familiar y la cuantía de las becas y ayudas para el próximo curso académico 2021-2022, que aún se encuentra en consulta de información pública.

«Los estudiantes de primer curso de másteres que habiliten o que sean condición necesaria para el ejercicio de una profesión regulada deberán acreditar una nota media de 5,00 puntos en los estudios previos que les dan acceso al máster. En los restantes estudios de máster dicha nota media será de 7,00 puntos», afirma el texto. Con anterioridad, la nota solicitada era de un 6,5 en los estudios previos de acceso a los máster.

Las mismas condiciones se aplicarán a los alumnos de segundo curso de máster que habiliten para ejercer una profesión regulada. Todos aquellos estudiantes que cumplan los requisitos económicos podrán optar a la ayuda si ha aprobado el grado universitario.

Por otro lado, la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP), que ayer trasladó al Ministerio de Universidades sus propuestas sobre este real decreto, defiende la supresión de los requisitos académicos en las becas. Estas subvenciones, explica, «no son un préstamo o un premio, son un soporte para que miles de estudiantes puedan estudiar. Entre los requisitos académicos actualmente se encuentran los porcentajes de créditos superados para el curso siguiente, que en algunas ramas llega a ser del 90%, lo que es excesivo».

Si no se supera el número de créditos, con la norma actual se debe devolver la cuantía de la beca. La CREUP pide eliminar esta medida, ya que «esta ayuda se otorga por razones socioeconómicas. Por otro lado, sugiere actualizar los umbrales de renta en función del IPC y aumentar la cuantía ligada a la residencia, que no llega, «en muchos casos, a cubrir ni un tercio del coste de alquiler una habitación durante el curso».