El retraso a las once de la noche del toque de queda y la ampliación a seis personas en las reuniones en terrazas a partir de mañana es solamente «un paso» que sigue «sin ser suficiente para salvar al sector», sostuvo ayer el presidente de Hostemur, Jesús Jiménez, que recordó que estas medidas eran una reivindicación de los todos los hosteleros de la Región en Murcia desde que se estableciera el último límite horario nocturno. «Esa hora es fundamental ya que a muchos les va a permitir abrir porque con el servicio de comidas no les era suficiente y a otros recuperar a más trabajadores de los ERTE», explicó Jiménez que destacó que esta posibilidad estaba ya recogida en el Pacto Intersectorial a nivel nacional.

«Todas las comunidades podían cerrar a las once pero nosotros preferimos en su día cerrar a las diez», criticó Jiménez, que siempre ha puesto de ejemplo a Madrid en las decisiones políticas contra la pandemia.

El presidente de Hostemur entiende que la medida llega tarde. «El turno de cenas había desaparecido prácticamente, y el último cambio de hora sólo había empeorado la situación; con esa hora de más la recaudación en Semana Santa habría sido bastante aceptable, pese a todo el sector de la restauración se ha defendido, pero toda ayuda es poca en estos momentos», señaló.

Además, destacó que su sector «ha sufrido ya dos cierres perimetrales y que otros sectores como el ocio nocturno, los hoteles o los salones de celebraciones han visto impedido totalmente el desarrollo de su actividad «y se encuentran al límite».

La decisión de retrasar una hora el toque de queda era un clamor para Hostemur. Según el presidente de la patronal, los bares y restaurantes llevaban reabiertos más de nueve semanas y los contagios por covid «están contenidos» y con las «mejores cifras nacionales», pese a lo cual, la Región seguía siendo una de las comunidades autónomas «más restrictivas». Además de recordar lo que se está haciendo en la capital de España, llamó la atención de gestión en Castilla-La Mancha donde el toque de queda comienza a medianoche y se permiten mesas con hasta seis comensales. Colocándolo a las doce de la noche el toque de queda, en opinión de Jiménez, garantizaríamos completamente el turno de cenas y se recuperarían a muchos más empleados incluidos en expedientes de regulación temporal de empleo. Cada gesto importa y cuenta para salvar de la quiebra a cientos de negocios en la Región, según Jiménez que volvió a describir espacios de la hostelería como «zonas seguras».

Por su parte, para el presidente de Hostecar, Juan José López, la ampliación del toque de queda es un «soplo de aire fresco al sector».

El representante comarcal de los hosteleros asegura que llevan reclamándolo desde hace más de un año. «Recuperar o intentar recuperar una parte del servicio de cenas es para nosotros vital; este paso adelante va a ser aprovechado muy bien por el sector para recuperar un poco nuestra economía y sólo esperamos que le sigan otros pasos hacia la normalización total», aseguró.