Los centros de salud de la Región de Murcia vuelven poco a poco a la normalidad después de que la denominada tercera ola de la pandemia obligase de nuevo a realizar la gran mayoría de consultas por teléfono o por Internet. Las citas presenciales se han ido incrementando en la Región progresivamente y representan ya, de media, el 50% del total, según los datos que maneja Jesús Abenza, médico especialista en Atención Familiar y Comunitaria y vicepresidente de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc).

Hoy día, a priori, la primera toma de contacto con el médico de familia también es el teléfono, pero cada vez son más los pacientes que, tras ello, son citados de manera presencial en su centro de salud. Con la vuelta a la relativa normalidad (con mascarilla y guardando todas las medidas de seguridad vigentes), la prioridad son los enfermos crónicos, que suelen ser, en su mayoría, mayores que sufren varias patologías.

«Llevamos ya cerca de un mes que están mejorando los índices de contagio y en paralelos a esa mejora se están incrementando las consultas presenciales: a día de hoy prácticamente la mitad de citas son presenciales», destaca el citado Jesús Abenza, que deja claro que «para nosotros era importante, conforme hemos ido ganando en seguridad, ir retomándolas», dado que estar cara a cara con el paciente «nos permite aproximarnos y tratar en primera persona cómo están a nivel emocional». La pandemia ha dejado una huella psicológica en personas que, si ya antes eran vulnerables, ahora, con la covid, han visto cómo la salud mental les pasaba factura. Asimismo, el facultativo pone el acento en la importancia de «retomar procesos crónicos y revisiones», puesto que «no es lo mismo revisar a un diabético por teléfono», subraya.

A su juicio, para abordar cuestiones como «la violencia de género, la soledad o la ansiedad», no basta con una llamada telefónica del médico de cabecera, sino que «necesitan sentarse los pacientes en consulta y crear un clima de confianza», lo cual tiene, insiste, «mucha importancia».

Como cita Abenza, las personas diabéticas son una prioridad a la hora de pasar consulta. Silvia Serrano, gerente de la Asociación Murciana para el Cuidado de la Diabetes (Adirmu), acoge «con mucha alegría» el incremento de citas presenciales en los centros de salud, ya que «para nosotros es muy importante la consulta presencial, sobre todo en la población de edad avanzada con diabetes tipo 2: esa diabetes se controla en los centros de salud, por el médico de familia y los propios enfermeros». «Es muy importante que la persona pueda acudir a la consulta y se le dé educación diabetológica, que no es solo mandarle el tratamiento», comenta la experta.

Serrano detalla que «los pilares básicos» a la hora de cuidar la diabetes son «la alimentación, la actividad física, el tratamiento y sobre todo la educación diabetológica, que es con lo que el paciente entiende su enfermedad y la lleva controlada». «En personas mayores cuesta muchísimo, son mas reticentes», lamenta la gerente de Adirmu; de ahí la importancia de la labor de los enfermeros de los centros de salud.

Además, «normalmente son personas con más enfermedades, como hipertensión y colesterol», que han de controlárselas. Algo que es «cuestión de mucha empatía con el paciente, que es lo que necesitamos y de lo que nos ha privado la covid».

Silvia Serrano considera que «la atención personalizada es lo mejor que tiene nuestra sanidad: el trato con la persona, no con la enfermedad, con la persona».

Por otro lado, remarca que «también es muy importante que se vayan abriendo las consultas especializadas, de los endocrinos que están en hospital, porque ahí es donde se controla la diabetes tipo 1, de los jóvenes y los niños».

Durante lo peor de la pandemia, «han estado colapsados y no los han podido atender». «El 14% de la población tiene diabetes, es necesario que tengamos un referente sanitario al que acudir, no solo hablar por teléfono», sentencia Silvia Serrano.