Varios cascotes del imafronte de la Catedral de Murcia se despeñaron hace diez días. Es la sexta vez que ocurre desde 2018. Los bomberos que acudieron a sanear la zona del desprendimiento destacaron «el mal estado» de la fachada del edificio. «Se sueltan con facilidad porciones de piedra», aclararon, al tiempo que anunciaron «la elaboración de un informe sobre la situación de precariedad en que se encuentra» .

Fuentes de la Catedral indicaron a los agentes, además, que la Iglesia espera desde hace seis meses que se les conceda el permiso que solicitaron para acometer la reparación de la fachada. Ese permiso, que se les concedió esta semana, volvió de la concejalía de Urbanismo con un requerimiento: «La orden de ejecución se hizo en su momento, y ahora la hemos reiterado, pero lo que nosotros pedimos es que se elabore un plan de reestablecimiento integral, que nosotros le podamos pasar a la Dirección General de Bienes Culturales [que debe validar el proyecto, al ser la Catedral un Bien de Interés Cultural] y entonces otorgar la licencia de obra», explica el edil de Urbanismo, Andrés Guerrero. Mientras, el deán de la Catedral, Juan Tudela, asegura que «ese plan de restablecimiento integral ya se elaboró para optar a las ayudas del ministerio de Fomento [el 1,5% Cultural], que finalmente no se nos concedió».

El problema es económico: «Nosotros seguiremos optando a las ayudas de Fomento y elaboraremos el plan que nos pide el Ayuntamiento, pero lo que está claro es que una obra tan grande no podríamos financiarla solos», dice Tudela, que confía «en que el espíritu de diálogo que siempre ha habido con las administraciones acabe encontrando una solución».

Problemas estructurales

«La Catedral tiene problemas estructurales por su antigüedad -explica Manuel Pérez, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Murcia-, además, la piedra con la que está construida no es un buen material. No es granito ni mármol, es una piedra caliza muy blanda, que exterioriza muy fuerte el efecto del paso del tiempo».

«Es un problema de muy difícil solución -continúa Pérez-, y la lluvia, la contaminación, las vibraciones de la ingente cantidad de eventos con megafonía que se han celebrado en la plaza no ayudan en absoluto».

Según el profesor de la UMU, «lo más conveniente» habría sido apostar por la «conservación preventiva» antes de que la situación fuera irreversible: «Un edificio así tiene que estar en constante revisión. En cuanto se produzca un desprendimiento, hay que actuar de inmediato para localizar de dónde viene y evitar otros». Pérez apunta, para concluir, que «no estaría de más» que hubiera «partidas presupuestarias dedicadas íntegramente al mantenimiento del edificio».

La portada gótica, muy deteriorada, pide «una intervención inmediata»

Además del imafronte barroco, del que se desprendieron los bloques la semana pasada, otras zonas de la catedral presentan graves deterioros. Es el caso de la portada gótica, situada junto a la plaza de los Apóstoles. Según Manuel Pérez, esta parte de la fachada «está pidiendo a gritos una intervención inmediata»: «No recuerdo ninguna actuación importante en esa zona, y es urgente someterla a procesos de restauración, porque está presentando un proceso de deterioro progresivo muy acelerado».

Según el experto, se trata de «la representación gótica monumental más grande de la Región». «Tiene mucho simbolismo -continúa Pérez-, es algo muy identitario para Murcia, en general, y para esa zona, en particular». Esa, su localización, esa otra de las razones que multiplican la importancia patrimonial de la portada gótica. «Está situada justamente donde estuvo el muro de la qibla, el mihrab de la mezquita, que está debajo de ese suelo», explica Pérez.

Además, la fachada está vinculada «con catedrales de los alrededores, como la Puerta de Los Apóstoles, de la Catedral de Valencia, o la portada Gótica de la catedral de Orihuela».