El profesor de Psicología de la Universidad de Murcia Óscar Sánchez y Ana Canales de Sander Psicólogos lanzaron en formato podcast varias píldoras informativas con consejos emocionales llamadas ‘Resiliencia y bienestar: Quédate en casa’ con el objetivo de prevenir problemas emocionales que suelen surgir cuando la gente tiene que pasar más tiempo en casa. Con el fin de promocionar el bienestar de las personas y familias en esta época de cuarentena y pandemia por coronavirus, aconsejan lo siguiente:

Adáptate a la nueva normalidad

Para ello es básico aprender a ser resilientes. Fomenta las emociones positivas mediante la esperanza, el saboreo y el agradecimiento. Sal de las rumiaciones de pensamientos negativos y debátelos cuando sean catastróficos. Entrenar el optimismo aliviará la fatiga pandémica y también crear horarios que establezcan rutinas de estudio o trabajo y ocio positivo (diversión, deporte, etc). También es importante comer adecuadamente, cuidar los hábitos saludables de sueño e intentar tomar el sol desde tu terraza o ventana. Estos factores tan sencillos se relacionan con el bienestar.

Construye tu comunidad de resilientes en casa

Reserva tiempo para jugar y desconectar con tus seres queridos. Acoge y arropa amablemente sus emociones. Hay que valorar el amor, crear un apego seguro y fomentar una comunicación constructiva con ellos para poder resolver los conflictos de manera asertiva y con compasión. 

Saber informarse

Informarse de fuentes fiables y elegir algunos momentos semanales específicos para actualizar la información evitando un exceso innecesario. Manejarla sin alarmarse especialmente si hay pequeños en casa.

Actívate practicando actividades agradables

¹Sigue realizando actividades agradables y mueve tu cuerpo (deporte, baile, escuchar música...) y continúa socializando teniendo en cuentan las recomendaciones sanitarias.

Acepta tus emociones

Acepta y comprende todas tus emociones, tanto las negativas como las positivas. Regula tus sentimientos con respiraciones abdominales profundas, mindfulness, pensamientos de imágenes positivas, apreciando la belleza  y compartiéndola con personas de confianza. Esto ayuda a identificar el estrés y es más fácil saber cómo gestionarlo.