Los regantes de la cuenca del Segura han decidido ‘puentear’ a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y apuntar directamente al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a quien le piden en una carta que frene la modificación de las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura aprobada por el Consejo Nacional del Agua. Lo hacen por la falta de diálogo de la también vicepresidenta del Gobierno central y porque en el plazo de un año el sector agrario puede ver recortadas las aportaciones del Tajo por el acueducto en un total de 165 hm³ anuales, según los datos del Sindicato Central de Regantes (95 hm³ tras la modificación de las reglas de explotación y otros 70 hm³ por el aumento de los caudales ecológicos, aunque queda pendiente saber una cifra oficial al no estar aprobado todavía el nuevo Plan Hidrológico del Tajo).

Con el cambio en las reglas de explotación, por el que pasarían de enviarse 38 hm3 a 27 cuando los embalses de Entrepeña y Buendía se encuentren en nivel 2, sumado a que el Ministerio busca aumentar los caudales ecológicos del Tajo hasta los 443hm3 partiendo de los actuales 365 hm3 anuales, en la misiva a Sánchez le reclaman que no se tome una medida que causaría «un gran perjuicio sobre millones de ciudadanos y familias de tres comunidades autónomas». 

Es más, el Scrats, junto con el Gobierno regional, organizaciones agrarias, la Croem, Proexport, Fecoam y hasta una decena de firmantes más, reclaman al presidente «la paralización de cualquier acuerdo o normativa que se dirija a modificar las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura hasta tanto no se apruebe el Plan Hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfia del Tajo 2021-2027». Le añaden a esta petición la de que «se aprueben unos caudales ecológicos inferiores a los propuestos en el esquema de temas importantes».

Los firmantes, reunidos ayer en la Mesa del Agua de la comunidad, acordaron llevar a cabo movilizaciones en Madrid frente a los cambios en esas reglas de explotación. La fecha está aún por determinar y esta se fijará en la reunión del Círculo del Agua que se celebrará el próximo lunes entre los sectores implicados de la Región de Murcia, Alicante y Almería. El Scrats sí que avanza que los regantes se harán notar en Madrid «con mucho ruido» pero priorizando las medidas de seguridad que se deben adoptar por la pandemia. 

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, acusó al Ministerio de aprovechar «torticeramente el escenario de pandemia para introducir modificaciones legislativas que castran el trasvase cuando hay derechos fundamentales como el de reunión o manifestación que están limitados», señaló ayer en declaraciones recogidas por EFE.

Por su parte, el portavoz de la Mesa del Agua, José García Gómez, manifestó que este organismo respalda unánimemente los planteamientos de los regantes porque «ha sido la gota que colma el vaso» lo llevado a cabo por el ministerio junto con la subida del caudales ecológicos introducida en el Plan Hidrológico del Tajo que será aprobado próximamente. Se trata, según Gómez, de demasiadas mermas y reducciones «injustificadas».

Las nuevas reglas: «insuficientes»

«Las nuevas reglas del trasvase no recortan los volúmenes trasvasados del Tajo al Segura, sino que lo estabilizan y le dan regularidad, y son insuficientes». La Plataforma en Defensa de las Fuentes, organización ecologista que se ha mostrado muy crítica con los planteamientos del Scrats y del Gobierno regional, contestó ayer a los regantes que la reducción del volumen trasvasado en nivel 2 «no tiene un impacto sobre el total trasvasado, pues sirve para guardar agua en años húmedos y así disponer de ella los años secos, reduciendo a la mitad el tiempo que se pasa en nivel 3 (excepcionalidad hidrológica) y nivel 4 (trasvase cero)». Algo que consideran «en principio muy necesario, pero muy insuficiente» pues en dichos niveles se activan los pozos de sequía contra los que lucha esta organización.

Los socialistas harán mociones contra el recorte en la Vega Baja

El PSPV-PSOE presentará mociones en los ayuntamientos de la comarca alicantina de la Vega Baja para mostrar su rechazo ante «los cambios de criterio en el reparto del agua del trasvase Tajo-Segura» y para garantizar, de ese modo, la «seguridad hídrica de los usos vinculados al acueducto manteniendo las asignaciones vigentes», algo «esencial» para el sureste del país. Los socialistas valencianos señalan que «no se puede permitir ningún cambio que merme la seguridad hídrica» para su territorio. El Gobierno autonómico «ya votó en contra de los cambios de reglas de explotación en el Consejo Nacional del Agua».

Preguntado por si el PSOE hará lo mismo en los ayuntamientos de la Región de Murcia, el partido no ofreció una respuesta ayer sobre esta cuestión. Los regantes critican la postura del líder socialista en la Comunidad, Diego Conesa, que guarda silencio ante las peticiones tanto del Scrats como del Gobierno regional y el PP para que se pronuncie sobre las intenciones del Ministerio. 

Quien sí se ha pronunciado ha sido el alcalde de Lorca, Diego José Mateos, del PSOE, que se mostró contrario a la modificación de las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura planteado por el Gobierno central. Mateos señaló el «profundo desacuerdo» del consistorio sobre la revisión de las reglas y sobre «que se haga sin consenso». Explicó que el trasvase es «una infraestructura hidráulica esencial» para el municipio y ha hecho una «defensa a ultranza» del acueducto sobre la que «no hay fisuras» en la corporación local.