El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, ha advertido este jueves que estarán en Madrid "presentes y nos haremos notar" en señal de protesta por las últimas modificaciones que se quieren plantear sobre el trasvase. "Nuestra planificación significa rapidez y mucho ruido", ha avisado.

Así lo ha adelantado tras la reunión de la Mesa del Agua para tratar las últimas decisiones del Gobierno central en torno al trasvase Tajo-Segura.

Por su parte, el presidente de la Mesa del Agua, José García Gómez, ha destacado que dicho órgano refuerza, de forma unánime, su apoyo a los planteamientos de los regantes y han quedado emplazados a la reunión que se celebrará este lunes, de forma conjunta, el Círculo del Agua (Murcia, Almería y Alicante), donde se concretarán las medidas de protesta a llevar a cabo.

Según García, "venimos de un año de agravios al trasvase que ha desembocado, después de muchas mermas injustificadas, en modificaciones de las reglas de explotación y posibles aumentos de caudales ecológicos en el Tajo, que conllevaría una merma sustancial de los recursos disponibles para trasvasar".

"Esto puede ser la gota que colme el vaso", ha expresado, para después confesar que tienen una "rabia contenida por la falta de justificación que apuntan a esas medidas, que parece ser que se van a tomar".

El presidente del Scrats considera que lo que en su día se denominó Ministerio de Transición Ecológica "no es tal, ya que la deriva que ha tomado este último año denota la intencionalidad de un ministerio que tendría que pasar a denominarse ministerio de imposición ideológica, que es lo que está ocurriendo".

Y es que, ha criticado, "van a marcha martillo a forzar una revisión fuera de lugar y de tiempo de las reglas de explotación del trasvase, que supondrá una primera merma de alrededor de 13 hm3 para las futuras opciones de desarrollo de las legiones levantinas para contentar ideológicamente a sus homólogos en Castilla-La Mancha".

De forma paralela, dice, "se tramita la planificación hidrológica, que será el rejonazo definitivo a este trasvase, al menos en lo que se refiere al envío de aguas para regadío al Levante español, que traerá como efecto colateral el fin de la desalación, que está enclaustrada en Torrevieja".

Avisa que el "golpe" que se le dará a los empresarios del sector hortofrutícola será "difícil", por lo que barajan "todo tipo de movilizaciones" en el marco que la situación sanitaria permita.

"El Ministerio, insiste, está aprovechando de manera torticera el escenario de pandemia para, a marcha martillo, introducir este tipo de modificaciones legislativas que lastran el trasvase". En opinión de Jiménez, "estamos en un momento en el que derechos fundamentales como el de manifestación está, cuanto menos, lastrado".

Preguntado por si temen restricciones para consumo humano, ha recordado que el caudal ecológico es de "obligado cumplimiento legal", aunque ha anunciado que pedirán que "no introduzcan modificaciones que acaben con la llegada de agua para regadío al trasvase".

"Con los caudales ecológicos que se implementan, el primer recurso a salvaguardar es el uso humano y ojalá no nos veamos nunca en las restricciones que tuvimos en los años 2017 y 2018", ha concluido.