Los regantes del Trasvase esperan que el aumento de los caudales ecológicos del Tajo suponga un recorte en los envíos de agua por el acueducto a la cuenca del Segura de unos 95 hectómetros cúbicos al año, quince más que las previsiones iniciales tras conocerse que el Ministerio para la Transición Ecológica había comenzado a revisar los planes hidrológicos del Tajo y del Segura.

Esta actualización de los datos realizada por el Sindicatos Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura preocupa a su presidente, Lucas Jímenez, ya que podría suponer el 45% de los recursos que se envían para regadío y, en un hipotético escenario de escasez para el abastecimiento humano, incluso en ese caso habrá serios problemas de que llegue el agua de Entrepeñas y Buendía (Guadalajara).

Estas afirmaciones se pusieron ayer encima de la mesa en la reunión que el Gobierno regional, con el presidente Fernando López Miras a la cabeza, mantuvo con el Scrats, organizaciones agrarias, de cooperativas o exportaciones enel Centro de Demostración y Transferencia Agraria de San Javier. Una reunión convocada, sobre todo, por la modificacíon de las reglas de explotación del trasvase que quiere cerrar el Ministerio para la Transición Ecológica, y que supondría una rebaja de 38 hectómetros cúbicos a 27 cuando la situación sea de nivel 2 en los recursos hídricos acumulados en los embalses de cabecera del Tajo. Para Jiménez, la ministra Teresa Ribera ofrece una hoja de ruta que contempla como solución profundizar en la reutilización en las aguas depuradas, lo que para el Scrats está bien para el resto del país que solamente emplea una media del 4,9% de esas aguas, pero no para el Levante español que emplea mas del 90 por ciento y, por lo tanto, no habrá reutilización que repare el daño.

La otra alternativa que propone Ribera, según el SCRATS, sería intercomunicar las plantas desaladoras con las redes de abastecimiento y del trasvase, pero con ironía Jiménez ha dicho que eso será para que lo disfruten los agricultores del futuro porque esas obras en el mejor de los casos se llevarían a efecto en 8 años.

Frente a esto, Jímenez adelantó ayer que los regantes plantean movilizaciones tanto en la Región de Murcia como en Madrid, y esto queda supeditado a la postura común que se adopte en la mesa regional del agua del jueves, que será el preámbulo para la reunión que anunció ayer López Miras entre los presidentes de la Comunidad Valenciana y Andalucía, Ximo Puig y Juan Manuel Moreno, respectivamente, y el jefe del Ejecutivo regional.

La Comunidad de Murcia enviará esta semana una carta al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, para transmitirle el rechazo «rotundo» hacia la modificación de las reglas de explotación del trasvase que a diferencia de como se han elaborado hasta el momento, se cambian de forma unilateral y «como forma encubierta de propiciar el cierre» del acueducto.

Mar Menor

Miras evitó pronunciarse ayer sobre la petición del líder de Vox, Santiago Abascal, de eliminar la ley del Mar Menor por su repercusión en la actividad agrícola del Campo de Cartagena, aunque sí señaló que escucha y escuchará a todas las formaciones políticas que tengan algo que decir sobre este asunto. Las organizaciones agrarias presentes señalan que no se trató este tema en cuestión en la reunión, enfocada en exclusiva en dar una imagen de unidad con el Trasvase. Sin embargo, sí señalan que aumenta la presión sobre la Comunidad para que se adapten o modifiquen algunos artículos de la ley de difícil implantación en la cuenca del Mar Menor y relacionados con la agricultura, algo, insisten, en a lo que estaría dispuesto el Gobierno regional.