En sólo unas pocas semanas los murcianos asistieron atónitos a un espectáculo político regional desbocado y llenos de escenas para el recuerdo. En pocos días, se podía ver a diputados de Ciudadanos votando junto a PSOE y Podemos para derrocar el reinado político de López Miras, y a otros diputados de la misma formación liberal desobedeciendo las directrices nacionales y ocupando puestos en las consejerías del PP. Las descalificaciones personales, las acusaciones de traición, transfuguismo y compra de voluntades se regalaban con generosidad ante los medios de comunicación. Las consecuencias de la convulsión política regional se han ramificado en innumerables focos de interés. Uno de ellos es especialmente llamativo: los diputados expulsados de Vox son los que abanderan ya dentro de la Comunidad algunos de los temas más destacados del programa electoral del partido de Santiago Abascal como el pin parental o el cheque escolar, entre otros. Algo, aunque no se admita,que es realmente difícil de digerir para los actuales dirigentes de Vox en la Región.

Cabe recordar que en junio de 2020, el Comité de Garantías de Vox expulsó a tres de los cuatro diputados que tenía en la Asamblea Regional, a los que ya había suspendido de militancia a finales del mes anterior. La decisión afectó al portavoz parlamentario del partido, Juan José Liarte; al secretario primero del Parlamento autonómico, Francisco José Carrera, y a la diputada Mabel Campuzano. A pesar de todo, el Grupo Parlamentario se mantuvo con los cuatro diputados porque, según fuentes de la Asamblea, a ninguno de los expulsados de Vox les interesa ver reducida la subvención que perciben en tanto que Grupo Parlamentario. Por su parte, el único diputado respaldado por Vox, Pascual Salvador, según fuentes de este partido, no tendría acceso a la asignación económica para hacer frente a los gastos ordinarios de funcionamiento.

Los motivos que llevaron a la suspensión de militancia primero y a la expulsión después de los tres parlamentarios, según explicó el propio Liarte en su momento, estaban relacionados con el despido, de manera unilateral y sin contar con la dirección de Madrid, de cuatro de los trabajadores del Grupo. Además, habrían quitado como titulares de las cuentas bancarias del Grupo Parlamentario a los dirigentes nacionales que figuraban en ellas para evitar la fiscalización orgánica.

Casi un año después de estos sucesos, los tres diputados disidentes de Vox se han convertido en una fuerza política clave para la estabilidad del Gobierno regional tras el cambio de rumbo ideológico decidido por la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y el intento fracasado de formar un Ejecutivo de coalición con los socialistas en la Región.

Pese a lo que pudiera parecer, desde Vox afirman que esto no supone ningún elemento de incomodidad para ellos. El líder de la formación de Santiago Abascal en la Región, José Ángel Antelo, afirma que la política regional se ha convertido en «un mercado persa» y que el único partido que ha dicho, desde el principio y sin saber qué iba a pasar en la moción de censura de la Asamblea o el Ayuntamiento, que esta situación es insostenible e ingobernable y por tanto es necesaria la convocatoria de elecciones autonómicas ha sido Vox. «Los murcianos no han votado absolutamente nada de lo que está sucediendo aquí», sostiene José Ángel Antelo que llama «tránsfugas y traidores» a todos aquellos que dicen representar a sus partidos pero que no lo hacen. Asegura que el transfuguismo roba la voz al pueblo y pervierte la democracia representativa.

Asegura el líder de Vox que el malestar de la ciudadanía se extiende a las filas del PP que ven con malos ojos la entrada de tránsfugas y traidores en el Ejecutivo. «Sabemos que gente muy importante del PP ha mostrado su disconformidad con este asunto y ha expuesto sus críticas en este sentido». Antelo señala que su partido se guía «básicamente por el sentido común y lo que decimos hoy, lo mantenemos mañana y siempre». Defiende que ellos han pedido la convocatoria de elecciones desde el principio, y asegura que según algunos sondeos el 70 por ciento de los murcianos quiere que se adelanten los comicios». Recuerda además, que en ningún momento plantearon la moción como una herramienta instrumental para convocar después elecciones, «sólo querían adquirir nuevas sillas».

Por su parte, Juan José Liarte, portavoz de los diputados disidentes, sostiene que honrarán «el juramento que hicieron a los votantes de Vox» y que defenderán «sus valores y sus principios», que vienen reflejados en el programa con el que se presentaron a la Asamblea.

Pin parental

Sobre los diputados críticos de Vox que han asumido como propio el proyecto de reunificación de centro derecha del PP, Antelo sostiene que no le suponen ninguna incomodidad. «Fueron expulsados al principio de legislatura cuando el partido no tenía el peso que tiene ahora». Sobre el hecho de que el PP haya asumido la denominación para referirse a ellos de ‘diputados libres’, confiesa que le «choca» y que podrían llamarles ‘diputados del PP’. «Son expulsados, personas que han traicionado a todos aquellos que confiaron en ellos para representar a una formación política y que no tienen la decencia y el honor de entregar el acta cuando han incumplido todos y cada uno de los puntos que defendían las siglas por las que se convirtieron en diputados», explica Antelo.

Sobre el hecho de que sean los expulsados los que consigan que se ejecute alguno de los aspectos del programa de Vox como el pin parental o el cheque escolar, Antelo afirma que lo que se gestione y ejecute será responsabilidad no de ellos sino del presidente Fernando López Miras. «Cuando ejerces como capitán del equipo, eres responsable de todo lo que se sucede, para bien y para mal», sostiene Antelo que en cualquier caso, señala, todo lo que hagan «nada tendrá que ver con Vox».