Pone el acento en el «estigma que existe en la sociedad sobre la salud mental y apunta que «sólo hay que mirar ese grito delirante de Carmelo Romero del PP a Íñigo Errejón de ‘¡vete al médico!’»

¿Qué hay de cierto en lo que dicen de que muchas de las intentonas de suicidio son llamadas de atención?

El suicidio es un tabú en nuestra sociedad (y también en otras sociedades) y este tabú explica en gran medida los mitos que se generan alrededor de él. Uno de estos mitos son las llamadas de atención. Cuando una persona piensa en suicidarse lo está pensando de verdad, otra cosa es que cuando esté en el acto le entre miedo, no se atreva o cambie de opinión. Me hace mucha gracia este mito por lo absurdo que es, ya que si el suicidio no sale bien pasa a ser ‘un intento para llamar la atención’, ignorando lo difícil que es hacerse daño uno mismo. Nuestro organismo está programado para la autoprotección, así que llegar al punto de autolesionarse o pensar en quitarse la vida suele conllevar detrás un daño psicológico muy potente.

PEn el caso del acoso escolar, ¿han hecho las nuevas tecnologías que el mismo siga en marcha también fuera del colegio?

Sí, claro. Las nuevas tecnologías se han convertido en un nuevo método para el acoso escolar. El ciberbullying está a la orden del día, ya que no sólo convivimos con esas tecnologías, sino que las utilizamos continuamente para todo, se han convertido en una herramienta esencial en nuestra vida y, por supuesto, en una herramienta esencial para proseguir ese acoso que antes se quedaba en un lugar determinado: colegio, instituto...

¿Qué signos pueden llevar al adulto a sospechar que el menor que tiene cerca tiene un problema e ideas suicidas?

Es importante comprender los signos para poder detectarlos. Es fundamental que las personas cercanas a los niños presten atención a los comportamientos y los cambios que presenta en él, también en las actividades que desarrollo y los cambios que se han generado en ellas. Los menores no presentan el mismo desarrollo psicológico, social, educacional, cultural… de los adultos, por lo que no podemos esperar que se expresen o sientan como lo hacen las personas adultas. La responsabilidad de detectarlo es nuestra, de esas personas adultas, y para ello hay que comprender y observar. Algunas de los síntomas que se pueden dar y ser preocupantes son los trastornos del sueño, el aislamiento, los trastornos de apetito, los cambios de peso, un fuerte interés por la muerte, el abuso de alcohol y drogas, las autolesiones, la agresividad, el absentismo escolar, la pérdida repentina de interés sobre un hobby, la dificultad para concentrarse, los pensamientos y verbalizaciones negativas hacia sí mismo, los cambios en la higiene y en la apariencia.... Hay que tener en cuenta que, si se manifiestan varios síntomas a la vez, la señal de la presencia de malestar psicológico, que puede ir acompañado de pensamientos suicidas, es más clara.