Los trabajadores que han estado incluidos en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) durante el año 2020 tendrán que presentar la declaración de la renta en la campaña que arranca en abril si han tenido ingresos superiores a los 14.000 euros. Aunque los contribuyentes no están obligados a declarar el IRPF si ingresan menos de 22.000 euros anuales de una sola empresa, deben hacer la declaración cuando cobran de dos pagadores, en este caso, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y su propia empresa. Según los cálculos de Gestha, un trabajador murciano soltero y sin hijos con unos ingresos de 21.999 euros que haya estado en un ERTE tendría que pagar en la Región 43,5 euros más, dado que sus retenciones a cuenta fueron menores el pasado año.

El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, explicó que en las nóminas abonadas por el SEPE a los trabajadores que vieron suspendidos sus contratos no se hacen las retenciones a cuenta que aplican las empresas, lo que supone que tendrían que pagar esa diferencia en su liquidación anual del IRPF con la declaración.

Por otra parte, también la retención de las empresas ha sido menor, dado que el número de días trabajados a lo largo del pasado año ha sido inferior, por lo que podría salirle a pagar.

El número de trabajadores en ERTE en la Región alcanzó los 80.000 en abril de 2020, tal y como recoge el Consejo Económico y Social (CES) en su último Indicador de Coyuntura Económica y Laboral. Esta cifra se redujo a medida que se recuperó la actividad en los meses de verano, quedando reducida a poco más de 30.500 en junio y a 8.700 en octubre.

«El empeoramiento de la enfermedad en el último bimestre de la anualidad monta de nuevo la cantidad de trabajadores afectados por ERTE hasta los 13.000 al terminar el mes de diciembre de 2020», según recuerda el CES.

Los trabajadores del sector de la hostelería son los que más tiempo han estado en casa, dado que los hoteles apenas si pudieron abrir unos meses durante el verano, mientras que los bares y restaurantes han cerrado de forma intermitente y algunas empresas no han llegado a rescatarlos.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dijo el pasado martes en el Senado que unos 327.000 trabajadores que llegaron a estar en algún momento de la pandemia acogidos a un ERTE y no habían presentado la declaración de la renta en años anteriores tendrán que declarar en la campaña de 2020, que arrancará el próximo mes de abril.

Montero explicó que a estos trabajadores se les va a enviar una carta con el objetivo de reforzar la atención personalizada e informarles para facilitarles el abono a través de los fraccionamientos que la Agencia Tributaria pone a disposición del conjunto de trabajadores, informó Europa Press.

Trató de aclarar que estos contribuyentes no van a soportar una mayor carga fiscal que la que tienen los trabajadores que están en su puesto de trabajo o de la que les hubiese correspondido por haberse mantenido en su empresa».

En respuesta a una interpelación del senador del PP José Manuel Barreiro, la ministra aseguró que los beneficiarios de los ERTE van a tener «una atención singular personalizada» para que su situación como perceptores de ingresos de dos pagadores «no repercuta ni a la hora de presentar la renta ni a la hora de abonar lo que les corresponda».

Gestha ha realizado una estimación del impacto de las menores retenciones sobre la liquidación del IRPF de los trabajadores en ERTE en las siete comunidades autónomas en las que se plantea este problema. Se trata de Murcia, Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Extremadura y Valencia.

De acuerdo con estos cálculos, un trabajador murciano soltero y sin hijos, que no tenga cargas personales o familiares, que reciba unos ingresos de 21.999 euros y que haya estado en un ERTE pagará en la Región unos 43,5 euros más, porque no habrá alcanzado los 2.932,05 euros de retención que le corresponden. Las estimaciones de los técnicos de Hacienda sitúan la horquilla para las siete comunidades entre 17,25 euros y los 70,58 euros.

La mayor diferencia corresponde a Extremadura, donde alcanza los 70,58 euros. Aragón tiene 67,58; Asturias, 61,69; Extremadura, 33,08; Valencia, 28,26; y Andalucía, 17,25. José María Mollinedo señaló que «la diferencia sería mayor cuanto más tiempo hayan estado en ERTE», aunque destacó que las cantidades por las que tendrían que tributar no son demasiado significativa.

7 regiones con mayor tributación para sueldos bajos

Las diferencias en la tributación del IRPF de los trabajadores en ERTE que pueden tener declaraciones a pagar se plantean en siete regiones españolas, entre ellas Murcia, porque aplican unos tipos impositivos más altos para los tramos correspondientes a los sueldos más bajos, según explicó el secretario general de Gestha, José María Mollinedo. En Murcia el tipo marginal más bajo está en el 19,4%, que se sitúa en la banda alta de las comunidades, tal y como se recoge en el informe del Consejo General de Economistas ‘Panorama de la fiscalidad autonómica’. En el informe se plantea que «el importe medio ingresado por IRPF en Murcia es algo más elevado de lo que correspondería en función de la renta media disponible». Cataluña tiene una deducción que evita el problema fiscal de los ERTE.