La cirugía taurina vive horas bajas desde que esta profesión lograra un reconocimiento sin precedentes décadas atrás, con el ‘boom’ de los festejos taurinos en España. El desprestigio social y profesional, una actividad mal pagada, el abandono de las instituciones académicas y científicas, el intrusismo laboral o la falta de motivación y experiencia de los equipos de cirujanos son algunos de los problemas que los profesionales de las intervenciones médicas en los festejos taurinos han detectado y que se ven en la necesidad de denunciar.

Antonio Ríos, cirujano del Servicio de Cirugía General y de Aparato Digestivo del Hospital Virgen de la Arrixaca, ha publicado un artículo reciente en la revista oficial de la Asociación Española de Cirujanos donde alerta de la decadencia de un sector profesional sanitario que debe intervenir en 19.000 eventos taurinos al año en España.

La Región de Murcia organiza unos 60 festejos relacionados con la tauromaquia cada año, el 0,3% del total nacional, y la comunidad cuenta con unos equipos profesionalizados referentes en toda España. En total hay dos y uno de ellos lo lidera el cirujano Ríos. El problema surge en comunidades como Castilla La Mancha o Andalucía, donde se han denunciado a equipos de cirugía taurina por no ser profesionales en este campo o equipos que firmaban para intervenir en varios festejos organizados simultáneamente ante la falta de controles de las autoridades y de los organizadores. «Ante situaciones que se han dado, como un herido grave en una corrida, no han llegado a aparecer los cirujanos, y se les acaba multando», señala el cirujano del hospital murciano.

Ríos cuenta un anécdota curiosa en la publicación: «Tuve la opción de asistir como cirujano en uno de estos pueblos tras un escándalo previo de intrusismo, y la situación fue fría y tensa, con un control exhaustivo, y dado que el festejo duró cinco horas, tengo que indicar que ha sido la única vez en mi vida que he sido escoltado al aseo por la Guardia Civil». Añade que hay comunidades donde, en fecha veraniegas sobre todo, llegan a acumular 500 eventos en 15 días, lo que hace inasumible una buena asistencia sanitaria en dichos eventos por la falta de personal.

Estas situaciones ayudan a tomar el pulso al estado actual de un servicio asistencial que se ha visto «desprestigiado» por el rechazo social creciente en España al mundo de la tauromaquia. A esto se suma, señala Ríos, la inexperiencia de los equipos médicos que asisten a los eventos, por lo que pide una regulación de los profesionales que realizan esta profesión.

«Hasta hace unas décadas, dedicarse a la cirugía taurina era un trampolín para el prestigio profesional y el reconocimiento social, y nadie se planteaba cobrar por ello», señala el médico, quien refleja que ahora la falta de incentivo económico disuade a muchos profesionales de asistir a los eventos. También para ellos pide regular unos honorarios mínimos para la asistencia sanitaria en el mundo taurino. «El hecho de que el incentivo económico sea poco, condiciona que el perfil del cirujano que va al festejo sea un adjunto recién acabado con situación laboral precaria».