El profesor de Física de la Universidad de Murcia (UMU), Antonio Guirao Piñera, ha advertido que "estamos en el inicio de la cuarta ola" y ha pedido a las administraciones que se anticipen e "intervengan ya" porque, de lo contrario, su intensidad y gravedad será mucho mayor.

"Como preveíamos, tras la desescalada se ralentizó la caída de contagios y cambió el patrón, entrando en una meseta que ya ha dado paso a una fase creciente", ha señalado Guirao, quien realiza simulaciones sobre la evolución de la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 mediante modelos matemáticos en el marco de un proyecto aprobado por el Instituto de Salud Carlos III.

Por un lado, Guirao lamenta que la desescalada fue prematura porque, según ya dijo en enero, había que esperar hasta que la incidencia acumulada (IA) en 14 días bajase de 25 por cada 100.000 habitantes o, al menos, de 50, porque "ello permitiría mucho más margen de maniobra, dar más tiempo a la vacunación y más capacidad de acción ante las nuevas variantes".

Por otro lado, advierte que una vez que se ha desescalado y "vemos que no funciona, hay que revertir inmediatamente" la situación, "cosa que no se está haciendo". A su juicio, "estamos esperando a ver qué pasa", pero ha insistido en que "hay que actuar ya".

En este momento, el profesor de la UMU reconoce que "hay mucha incertidumbre", porque no se conocen bien todas las variables, pero lo que es seguro en su opinión es que "la intensidad y gravedad de la cuarta ola será mucho menor si intervenimos ya".

"Este fenómeno siempre lo vemos con retraso, de unas dos semanas", advierte Guirao, quien explica que lo que esté pasando hoy en los contagios "se observará dentro de dos semanas".

Por ello, cree que hay un doble motivo para actuar. En primer lugar, defiende tomar medidas ya "porque hay que anticiparse ante la previsión del riesgo" y, en segundo lugar, "porque, de hecho, el patrón ya ha cambiado y estamos en fase de crecimiento".

Con la epidemia ya en crecimiento, Guirao ha defendido que cada día que pase es "crucial", porque el crecimiento exponencial "no se nota mucho en los primeros días pero luego se dispara de golpe". Y cuando se dispara, lamenta que "tardamos otras dos semanas, al menos, para llegar al pico desde que actuemos y después le sigue una larga cola de resaca (tanto mayor cuanto más alto haya sido el pico)".

En este sentido, Guirao señala que la incidencia acumulada no es un buen "velocímetro" de la epidemia, ya que "promedia a 14 días y no nos avisa bien de si la epidemia está empeorando de forma instantánea".

"Con los modelos sabemos que la epidemia ya no evolucionaba bien desde hace días, aunque la incidencia acumulada aún no hubiera empezado a empeorar", según el profesor de la UMU, que precisa que en lo que respecta al número reproductivo, casi todo el país "está ya en 1 o por encima de 1", lo que significa "epidemia fuera de control".

NUEVAS VARIANTES, UN RIESGO AÑADIDO

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Un riesgo añadido ahora, tal y como alerta Guirao, es el comportamiento de las nuevas variantes que se están haciendo dominantes. Al ser más contagiosas, explica que "es muy probable que las medidas que antes han funcionado, ahora no tengan la misma efectividad".

En este sentido, ha manifestado que, mientras no avance más la vacunación, "no se podrá compensar el efecto de flexibilizar las medidas". Durante los próximos meses, Guirao cree que "habrá que armonizar la dureza de las medidas con el progreso real de la inmunización y con el efecto que tengan las nuevas variantes del virus". Por ello, Guirao ha aseverado que "esto no ha acabado, ni mucho menos".

El objetivo de un 70% de población vacunada para alcanzar la inmunidad de grupo y poder prescindir de medidas, según sus predicciones, "no se alcanzaría hasta final de año aunque duplicásemos el ritmo actual de vacunación" y, para alcanzarlo a final de verano, señala que "habría que triplicar el ritmo actual".

Aún así, Guirao advierte que ese objetivo del 70% "seguramente tendrá que ser más ambicioso, teniéndose que llegar posiblemente al 100% de la población". Esto es así, según Guirao, por dos motivos: en primer lugar, para las nuevas variantes del virus, que son más contagiosas, esa cifra porcentual de la inmunidad de grupo "llegaría a ser prácticamente del 100%".

En segundo lugar, señala que, dependiendo de la eficacia real que tengan las vacunas, también ese porcentaje de población vacunada "tendrá que ser mayor". Por ejemplo, explica que si la eficacia resulta del 70%, la inmunidad de grupo "también subiría al 100% de la población".

Finalmente, ha señalado que "se debería estar vacunando a toda velocidad pero dando máxima prioridad a las personas mayores". Uno de los datos mejor conocidos de la epidemia es que "la gravedad y la mortalidad aumenta con la edad, y de manera drástica a partir de los 60 años", según Guirao.

En mayores de 70 años la mortalidad llega al 5%, y en mayores de 80 años se alcanza el 15%; es decir, "son valores más de cien veces mayores que para un adulto de edad media y aún mucho mayor que en los jóvenes". Como la población en España por encima de los 70 años es del 15%, esto según el `profesor de la UMU "significa que tenemos todavía por vacunar a un grupo enorme de población muy vulnerable. Desde mi punto de vista, la prioridad máxima debe ser la de salvar vidas".