La Federación de Enseñanza de CCOO en la Región arrancó ayer una ronda de movilizaciones con la que se pretende evitar que la Consejería de Educación y Cultura caiga en manos de Vox o de alguno de sus diputados expulsados, como Mabel Campuzano tal y como se ha especulado en los últimos días. Bajo el lema ‘Stop Fascismo. La educación y la cultura no se vende’, la protesta, frente al Palacio de San Esteban, congregó a unas cien personas. Nacho Tornel, secretario general de la Federación, señaló que el sindicato «no permitirá que la educación pública sea el coto privado de algunos, ni los trabajadores el botín de guerra con el que el presidente de la Comunidad paga su sillón». Según el dirigente de CCOO, la «pretensión» de dejar a la «ultraderecha» al frente de la Consejería «ni nos asusta ni nos sorprende», porque «López Miras lleva jugando con la ultraderecha desde hace mucho tiempo».

Se ha referido al mensaje de Vox como «elitista y excluyente», que lejos de defender la escuela pública «fortalecerá a la privada desviándole presupuesto» de la primera. «Esa ha sido la tónica del PP y la que va a seguir Vox, con su concepto zafio y falso de libertad», dijo. 

Desde la asociación Docentes Unidos, Susana Navarro señaló que «ni los Servicios Públicos somos intercambiables por maletines, ni a los docentes se nos puede desactivar con un pin parental.