Cientos de simpatizantes de Vox llenaron ayer las calles del centro de Murcia para expresar su indignación por los últimos acontecimientos en la Región a cuenta de la moción de censura al Gobierno regional de PSOE y Cs, una maniobra que ha sacudido el tablero político regional y nacional.

Si la semana pasada el líder de la formación, Santiago Abascal, llegó a reunir a cerca de 1.500 personas en la Plaza Cardenal Belluga (incumpliendo la normativa legal y las limitaciones para frenar la ola de contagios), en la antesala de la primera sesión de la moción de censura el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, logró congregar a casi un centenar de coches en la Gran Vía murciana en una caravana que salió a las 12.00 horas desde la Plaza Circular de Murcia para culminar su recorrido frente a la Delegación del Gobierno en Glorieta de España. Al igual que ocurriera en Cardenal Belluga, en el acto de ayer tampoco se guardaron las distancias de seguridad.

La principal exigencia de Vox es la convocatoria de elecciones autonómicas. «Hoy España se debate entre quienes creemos en la libertad y en la democracia y quienes desgraciadamente pretenden asaltar las instituciones, bien quemando las calles o con mociones de censura traidoras», aseguró Ortega Smith.

Preguntado por lo que cree que harán los díscolos de Vox, que no han aclarado aún su voto en la moción de censura y cuyos apoyos serán determinantes para que prospere o no, Ortega Smith señaló que en Vox no tienen por costumbre «contactar con quienes son traidores a quienes les votaron y al partido que les llevó en las listas con un proyecto político que ellos han traicionado, allá ellos y su conciencia; no tenemos ningún contacto ni queremos tenerlo».

El dirigente de Vox señaló que la maniobra en Murcia de Cs y PSOE pretendía entregar el poder «al Gobierno que no ha protegido a los españoles de la enfermedad y de la ruina». Ortega Smith recordó que su partido sacó al PSOE de Andalucía o a Carmena de Madrid sin pedir a cambio «un solo sillón y ni una sola concejalía».

Vox, insistió Smith, no acepta «la política de la traición». «Dejen en paz a Murcia», clamó el secretario general que exigió que se le «entregue la voz a los murcianos para echar al socialismo chavista y al comunismo».

Su intervención se cerró con la convicción de Smith de que nadie podrá comprar, amedrentar o silenciar a Vox y «cuando hemos tenido traidores en nuestras filas, los hemos echado a patadas y eso haremos también con los que están vendiendo a España; aquí se viene a ayudar a los españoles y a los murcianos que quieren seguir viviendo de su trabajo, a ser leales a Murcia y a España».

A pesar de que el Gobierno regional del PP descartó en su momento y tampoco se plantea a medio plazo la convocatoria de elecciones, el presidente provincial de Vox en Murcia, José Ángel Antelo exigió también que «nos devuelvan la voz para expresar rotundamente que queremos una Región que defienda la igualdad entre los españoles, libre de socialismo, comunismo y partidos traidores, donde se ponga freno a la inmigración ilegal que asola nuestros barrios y donde se defiendan los productos de nuestra tierra contra la competencia desleal extranjera que asfixia a nuestras empresas y trabajadores». Por todo ello, exigió elecciones inmediatas en la Región.