Una investigación dirigida por Juan Manuel Bueno, catedrático de Óptica de la Universidad de Murcia (UMU), ha conseguido implementar una técnica de diagnóstico fiable y objetivo del cáncer de tiroides gracias al uso de un microscopio multifotónico (también denominado de segundo armónico) desarrollado en el Laboratorio de Óptica de la UMU (LO·UM) y que habitualmente se utiliza para el análisis de tejidos oculares con alto contenido en colágeno. Además, la técnica permite que se agilicen los tiempos del diagnóstico. Los resultados de este estudio se han publicado en Applied Optics, una de las revistas más longevas de la Sociedad Americana de Óptica.

Gracias al uso de un láser pulsado infrarrojo, los tejidos de la glándula tiroides que se obtienen de una biopsia pueden ser analizados inmediatamente después de ser extraídos, sin ningún tratamiento previo. Los investigadores, entre los que hay también científicos de la Universidad Politécnica de Bucarest, observaron que es posible visualizar las modificaciones que la cápsula fibrosa que rodea dicha glándula y que está formada por fibras de colágeno. Se sabe que dicha cápsula sufre invasión en presencia de ciertos tumores y modifica su estructura de forma no controlada cuando éstos están presentes. Sin embargo, los cambios que sufren pueden ser diferentes dependiendo de si el tumor es maligno o no; por lo que es posible identificarlos mediante este método.

A día de hoy el test de referencia es el uso de muestras de tejido extraídas mediante biopsia para poder determinar si el tumor el benigno o maligno. Estas muestras se someten procesos de fijado y teñido para que un experto anatomopatólogo pueda analizarlas al microscopio. Además de ser un proceso tedioso, que requiere un tiempo dilatado de procesado, el diagnóstico final se basa exclusivamente en una opinión subjetiva del especialista que depende en gran medida de su propia experiencia. Aunque en los últimos años se han desarrollado diferentes técnicas de diagnóstico que han intentado agilizar el diagnóstico, éstas adolecen de no poder visualizar con detalle suficiente las muestras bajo estudio, de necesitar que estén bajo ciertas condiciones físicas o de que los procedimientos sean semi-automáticos y por tanto el componente subjetivo siga formando parte del análisis.

Para solventar todos estos inconvenientes, el LO·UM ha diseñado un procedimiento automatizado donde de forma objetiva se pueden diferenciar tejidos sanos y cancerígenos. A diferencia de otros tipos de microscopía tradicionales, con la técnica del LO·UM las muestras no precisan de tinción alguna, sino que pueden visualizares en condiciones ‘ex vivo’ inmediatamente tras haberse realizado la biopsia.