Mujer, de 44 años, con hijos/as a cargo y en situación de desempleo. Este es el perfil medio de las nuevas personas atendidas por Cruz Roja a través de su Plan RESPONDE frente a la covid-19, puesto en marcha ahora hace un año, tras decretarse el estado de alarma en nuestro país y que, hasta el momento, ha permitido apoyar a 32.186 personas en la Región de Murcia.

Los que se han incorporado a raíz de la pandemia son claramente más jóvenes que las personas a las que ya atendía la organización (44,4 años de media frente a 65 años), hay una mayor proporción de hogares con hijos menores de 16 años (50,2% frente al 22%), con una tasa de pobreza infantil del 95,6% y mayores tasas de riesgo de pobreza y exclusión (95,2% frente a 73,8%) y desempleo (30,5% frente al 24,8%). En conjunto, el 57,5% de las personas atendidas se sitúan en la pobreza extrema. El dato para la población general es del 2,9%.

La situación socioeconómica establece considerables diferencias entre las personas incorporadas a raíz de la pandemia: entre las nuevas, las personas jubiladas sólo representan el 13,2% (antes eran el 51%), aumentando sobre todo el desempleo (51,7%, frente al 24,8%) y, en menor medida, la proporción de personas ocupadas (25,3% cuando antes representaban el 14,6%). La tasa de trabajadores pobres es, para el conjunto de la población atendida, del 82,3% y, para las personas de nueva incorporación, del 90,2%.

Además, los nuevos perfiles afrontan las situaciones más dramáticas: el 95,2% de sus hogares están en riesgo de pobreza o exclusión (frente al 73,8% del grupo que ya estaba siendo atendido), el 92,6% están por debajo del umbral de la pobreza (antes, el 67,2%), el 63,1% experimentan privación material severa (antes era el 39,3%) y el 56,2% tiene en paro a todos sus miembros en edad laboral (frente al 50,7 anterior).

La situación económica ha empeorado por la pandemia para un 23% de personas atendidas. En estos hogares, de media se ha pasado de tener unos ingresos mensuales de 1.057 euros a 486 euros.

Globalmente, los ingresos medios por hogar eran de 885 euros, por persona de 369 euros y el 12,4% de los hogares no tenían ningún ingreso, llegando a representar el 22% entre los hogares nuevos.

En mal estado de salud

El 56,7% de las personas encuestadas afirma tener un estado de salud regular, malo o muy malo y el 35,2% señala que éste ha empeorado tras la pandemia. El 33,5% ha sido afectado por la covid-19 de un modo cercano, siendo un 15,8% quienes declaran haber contraído la enfermedad personalmente.

Además, como consecuencia indirecta de la pandemia los trastornos psicológicos o emocionales tienen un impacto decisivo: el 66% afirma tener algún problema emocional siempre o la mayor parte del tiempo, siendo la preocupación (43,1%), la tristeza (28.9%) y la depresión (24,9%) los estados de ánimo negativos más extendidos. Además, el 34% tiene dificultades continuadas para dormir.

Mayor impacto en las mujeres

El impacto de la pandemia es aún más grave en el caso de las mujeres. Sus indicadores de salud son más negativos (mayor proporción de contagios y de secuelas) como también las consecuencias directas en el ámbito laboral (más despidos y menos ERTES u opciones a teletrabajar).

Este mayor impacto de la pandemia en las mujeres es necesario añadir la sobrecarga de trabajo que han supuesto las tareas domésticas y de cuidados durante el confinamiento.