El secretario general del PSOE y Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea Regional, Diego Conesa, explicaba ayer que las negociaciones con Ciudadanos para presentar la moción de censura contra el presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, se iniciaron a raíz del escándalo de las vacunaciones de los altos cargos de la Consejería de Salud y del concejal del PP del Ayuntamiento de Murcia Felipe Coello, que presentaba su dimisión este martes. Asegura que el objetivo de la operación es acabar «con la red clientelar del PP en el municipio de Murcia y en la Región» y facilitar «la regeneración», además de salir del «enfrentamiento» constante del jefe del Ejecutivo regional con el Gobierno central.

Conesa compara las quejas constantes del jefe del Ejecutivo regional hacia el equipo de Pedro Sánchez con la cantinela de «España nos roba» del catalanismo «más rancio». Afirma que «el victimismo de López Miras con su ‘Pedro Sánchez nos roba’ es peor que el nacionalismo de Torra», el anterior presidente de Cataluña.

Aboga por recuperar la colaboración y la coordinación con el Gobierno central, que también ha mostrado su buena disposición hacia el futuro gobierno. «La mayoría de los ministros se pusieron en contacto conmigo para mostrarme su apoyo y expresarme que están dispuestos a colaborar en los proyectos de la Región», explica. Considera especialmente censurables las quejas de Ejecutivo murciano ante «proyectos de infraestructura que llevaban mucho tiempo de retraso y que están en marcha».

Inició los contactos con Ciudadanos a raíz del «escándalo de las vacunaciones de los altos cargos», conocido a finales de enero, cuando la Región atravesaba la fase más crítica de la pandemia, con la tasa de contagios más elevada desde que se desencadenó la crisis sanitaria, mientras que «la caótica gestión de las vacunas llegó a retrasar incluso la administración de la segunda dosis al personal sanitario».

Conesa defiende que, a la gravedad «del desgobierno de la Comunidad» se suma la situación del municipio de Murcia, con la resistencia de Felipe Coello a dejar el cargo, que le ha llevado a «peder casi dos meses», además de la existencia de «la red clientelar» y «la red policial», que queda patente con las grabaciones al concejal de Ciudadanos Mario Gómez. «A Murcia había que darle una solución», apuntaba.

«Resultaba necesario poner fin a los 26 años de gobierno del Partido Popular y facilitar la regeneración», defiende Conesa.

También aboga por abandonar la política de concesiones a Vox, que se ve obligado a realizar el Ejecutivo regional al encontrarse en minoría, y critica especialmente el pin parental, que el partido de Abascal pretendía recuperar este año a cambio de su apoyo a los Presupuestos de la Comunidad para 2021. «El veto parental es una censura educativa», considera Conesa.

Al presidente de la Comunidad le reprocha también que «estuviera desaparecido» durante semanas y sostiene que la iniciativa de la moción de censura «era una forma de dar una salida estable y mayor fortaleza a la Región y al municipio de Murcia».

También critica que no ha vuelto a tener ningún encuentro con el presidente desde el mes de septiembre, cuando se reunió con López Miras en San Esteban para discutir las reformas del Presupuesto regional del pasado año.

Admite que la cesión de la presidencia de la Comunidad Autónoma a la coordinadora autonómica de Ciudadanos en el futuro gobierno, Ana Martínez Vidal, la tomó él. «Es una decisión exclusivamente mía», asegura tajante, aunque precisa igualmente que durante las conversaciones mantuvo informada a la dirección federal del PSOE de las propuestas en negociación.

A la pregunta sobre la incógnita que planea sobre la votación de la moción de censura cuando llegue al pleno de la Asamblea Regional, su respuesta es tajante: «La votarán los 17 diputados del PSOE».

Diego Conesa elude pronunciarse sobre la decisión que puedan adoptar los seis diputados de Ciudadanos, cuyo voto a favor de la censura se pone en duda, aunque recordó que todos han suscrito la moción de censura.

Atribuye al equipo negociador del PSOE el acuerdo alcanzado

Diego Conesa, secretario general de los socialistas murcianos, reconoce la distancia que le separa ideológicamente de la futura presidenta de la Comunidad Autonóma, Ana Martínez Vidal, ya que su futura socia de gobierno y coordinadora autonómica de Ciudadanos se declara abiertamente liberal, aunque ambos han coincidido en cuestiones como la necesidad de acabar con la semipresidencialidad en la educación para que los alumnos puedan volver a clase.

Atribuye el mérito del acercamiento alcanzado entre ambas formaciones a la labor de « las personas que han estado trabajando» para facilitar el entendimiento. Por parte del PSOE han intervenido el secretario de Organización de la ejecutiva regional, Jordi Arce; el delegado del Gobierno, José Vélez; y el vicesecretario general, Francisco Lucas. Explica que ellos han seguido «una línea exploratoria» que ha permitido sacar adelante el acuerdo.

La composición del equipo negociador de la formación naranja no ha trascendido, aunque se sabe que ha intervenido directamente en las conversaciones el vicesecretario nacional del partido, Carlos Cuadrado. El dirigente de Cs viajó a la Región y se reunió con los concejales del Ayuntamiento de Murcia y con los diputados de la Asamblea Regional que firmaron la moción de censura la noche antes de su presentación en el Registro del Parlamento autonómico.

También la dirección federal del PSOE ha participado en la gestación del acuerdo. El número dos de Ferraz, José Luis Ábalos, ha intervenido en las negociaciones con la presidenta nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y su vicesecretario general.

Los 17 diputados del PSOE firmaron el documento la mañana del miércoles, minutos antes de su presentación en el Registo, y aseguran que hasta entonces no había tenido ninguna noticia sobre el pacto. Los parlamentarios socialistas fueron abandonando el pleno que se celebraba este miércoles desde primera para estampar su firma.

En el Ayuntamiento de Murcia, donde la moción de censura contra el alcalde del PP, José Ballesta, cuenta también con el apoyo de Podemos, incluso hubo foto de familia de los ediles de los tres grupos municipales coaligados.

Aunque las negociaciones se iniciaron a finales de enero, no se ha materializado hasta después de conocerse el resultado de las elecciones catalanas.