Vox pretende endurecer los controles para impedir el acceso de los menores y de los adictos a los salones de juego. El partido de Abascal introduce en el preacuerdo con el PP la obligación de que los locales implanten un sistema de huella digital para controlar la entrada, siguiendo el ejemplo de Madrid. Para costear la inversión propone añadir un año de carencia al plazo de tres años aprobado para eliminar los beneficios fiscales al juego.