Juan José López, presidente de Hostecar, cree que el abrir el interior de los locales al 30% es una medida que llega «tarde», ya que los hosteleros «no somos culpables de todo esto”» No obstante, valora que la decisión “da un poco de oxígeno a la situación”, al tiempo que insiste en que hay que «trabajar en un protocolo seguro» para que no vuelvan a cerrar los bares cuando llegue una cuarta ola. Este cierre futuro, explica, «el sector lo tiene más que asumido», dado que «no hemos trabajado con ningún tipo de protocolo seguro», por lo que «si hay una pequeña subida, sabemos que nos va a tocar a nosotros», lamenta .

López se muestra crítico con el mantenimiento del toque de queda, el cual «implica que la gente se amontone más en determinas horas» en torno a los bares. «La cena prácticamente se ha perdido: si tú abres la mano, que la gente pueda cenar, la gente no se agolparía en la comida», concreta el presidente de Hostecar, que pide al Ejecutivo regional «una mesa, un foro, donde los empresarios podamos compartir las deficiencias que vemos en los restaurantes».

Por su parte, el presidente de Hostelor, Jesús Abellaneda, apuntó que la apertura del interior de los bares era «una medida muy esperada», aunque «Lorca da los números para que hubiese sido un 50% y tenía que haber sido la semana pasada».

A su juicio, «el toque de queda se debe ampliar una hora más», al tiempo que aboga por que «conforme vaya mejorando la situación, se siga ampliando en función de la bajada de contagios». Y es que en la Región predominan «costumbres muy del sur», entre ellas la de que «se cena tarde», destaca Abellaneda. Desde su punto de vista, con las medidas vigentes «se van a fomentar las cenas clandestinas en espacios poco seguros», como son los domicilios.

«Nos acaban de cambiar las reglas del juego sin explicar por qué, se están inventando las cosas sobre la marcha. No es serio», considera, por su parte, el presidente de Hostemur, Jesús Jiménez, que detalla, en un comunicado enviado a los medios, que la Administración no tiene credibilidad.  

«¿Y de dónde se sacan ahora que en el interior solo están autorizadas dos personas no convivientes en cada mesa, si la semana pasada autorizaron cuatro para las terrazas? Es un pitorreo y una continua tomadura de pelo», subraya Jiménez.