Tras tres años de ensayos con cultivos asociados de brócoli y haba, en invierno, y melón y judía de careta, en verano, los investigadores agrónomos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) que desarrollan el proyecto nacional AsociaHortus han certificado que esta estrategia agrícola consigue mayores producciones de melón, dado que las flores de la leguminosa atraen a más polinizadores, e incrementa la fertilidad del suelo gracias a la capacidad del cultivo asociado de fijar en el terreno el nitrógeno atmosférico.

El objetivo de este proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación es «incrementar la sostenibilidad de los sistemas hortícolas mediante la reducción de fertilizantes, fitosanitarios y agua, mejorando también la rentabilidad», explica el investigador responsable, Raúl Zornoza.

En las próximas semanas van a cosechar el tercer y último ciclo de la asociación del brócoli con el haba, en la misma parcela de la Estación Experimental Agroalimentaria Tomás Ferro de la UPCT donde el pasado verano cultivaron melón asociado a judía de careta o caupí, cuando obtuvieron un incremento significativo de la producción de melón en relación a un monocultivo de melón.

El cultivo de brócoli asociado al haba ha mantenido su producción pese a una reducción del 30% en los fertilizantes utilizados, a lo que se suma la obtención de un cultivo adicional de haba.

«Ambas asociaciones de cultivos han demostrado mejorar el contenido en materia orgánica en el suelo de la parcela, con mayor presencia de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, así como un incremento de las poblaciones de microorganismos beneficiosos», resalta la investigadora Virginia Sánchez.

«Estamos comprobando que la asociación de cultivos puede disminuir el número de aplicaciones de productos fitosanitarios, pues se reduce la incidencia de plagas y enfermedades mientras aumenta la biodiversidad», explica la docente de la Escuela de Agrónomos de la UPCT Josefina Contreras.