El servicio del Teléfono de la Esperanza de Murcia ha incrementado un 37 por ciento su trabajo el año pasado debido a la pandemia, con 4.241 personas atendidas más que en 2019 hasta llegar a los 11.550 usuarios, según fuentes municipales.

De las 11.550 personas atendidas, el 70,32% son mujeres y el 29,68 % son hombres. Entre las mujeres el grupo de edad mayoritario tiene entre 46 y 55 años y entre los hombres, entre 56 y 65. Entre los problemas que atienden los profesionales del Teléfono de la Esperanza se encuentran los relacionados con la ansiedad, soledad, depresión, problemas familiares y de pareja y situaciones de crisis vital.

La concejala de Derechos Sociales y Familia, Pilar Torres, y la edil de Mayores, Discapacidad y Cooperación al Desarrollo, Paqui Pérez, han dado a conocer hoy estos datos durante una visita que han realizado a las instalaciones que tiene en Murcia el Teléfono de la Esperanza, donde también han estado acompañadas por la presidenta de esta entidad en Murcia, María Joaquina Guerrero.

El Ayuntamiento de Murcia colabora a través de un convenio para la promoción y la formación del voluntariado y otra línea de promoción de la salud emocional de las familias inquilinas de las viviendas sociales municipales

El departamento de Derechos Sociales y Familia contribuye a la financiación de esta organización con una subvención de 10.000 euros que ha permitido que 140 personas se formen para ser voluntarios de esta asociación social.

La aportación económica realizada por el Consistorio se encuadra en el convenio suscrito con esta entidad del tercer sector y tiene por objeto la realización de cursos básicos de formación continua del voluntariado, de agentes de ayuda y dinamización de grupos y talleres.

Fruto del trabajo coordinado de este departamento con el Teléfono de la Esperanza han recibido intervención psicosocial mediante orientación telefónica un total de 89 personas. El Servicio de Vivienda aporta el sustento técnico para que este programa de actuación pueda estar activo durante las 24 horas del día.

En este sentido, la edil Paqui Pérez ha destacado que "se trata de una colaboración esencial para poder seguir dando apoyo emocional a los inquilinos de las viviendas municipales, especialmente a los mayores que viven solos, a las personas que presentan algún problema de salud mental, discapacidad y a todas las familias que han visto agravada su situación debido a la pandemia".

Entre los colectivos atendidos se encuentran familias que debido a la crisis del coronavirus ven deteriorada su relación interpersonal, personas mayores que viven solas y no tienen con quien compartir su miedo, tristeza y soledad, adolescentes y jóvenes que sufren alteraciones en el estado de ánimo como consecuencia de las limitaciones de movilidad y el distanciamiento físico con su seres queridos y profesionales sanitarios aquejados por el alto grado de estrés, saturación y desborde emocional que soportan.

El grupo de trabajo de esta entidad está formado por 65 voluntarios que atienden, ininterrumpidamente, 3 líneas de teléfono. También trabajan 11 psicólogos sanitarios que han estado llamando a personas en situación de crisis y que piden ayuda a través del servicio 'Compartevida.es'. Además, 21 dinamizadores de grupo han coordinado a las 387 personas que han realizado alguno de los talleres de salud emocional.