Tres de cada diez pacientes con coronavirus que acaban ingresando en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital acaban falleciendo. Es una de las principales conclusiones que se desprenden del estudio realizado por médicos intensivistas del grupo de estudio covid-19 de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), en el que se incluye el análisis de 2.022 pacientes críticos de centros hospitalarios de todo el país y en el que ha participado, entre otros, José Manuel Allegue, jefe de la UCI del Hospital Reina Sofía de Murcia junto a más de 70 investigadores de todo el país.

En dicho informe realizado durante la primera ola de la pandemia y que analiza al mayor número de pacientes críticos hasta la fecha en España, se refleja que existió en estos enfermos una mortalidad global del 32 por ciento, que sube al 37 por ciento en los pacientes que necesitaron ventilación mecánica, por un 17 por ciento de los que no necesitaron esta asistencia.

El análisis de los pacientes han permitido trazar un perfil del ingresado en las UCI entre marzo y mayo de 2020, es decir, durante los meses de confinamiento, e incluso definir tres fenotipos. El perfil más común de paciente crítico, según el estudio, sería de un varón con una edad media joven, de 64 años (55-71 años); principalmente sexo masculino (70%), un 73% con factores de riesgo, con hipertensión arterial (46%), obesidad (35%) y diabetes mellitus (20%); el 76% con necesidad de ventilación mecánica; y una estancia media en UCI de 14 días (8-27 días).

«El mayor aporte de este estudio es que los investigadores participantes, a través de un complejo análisis de aprendizaje automático no supervisado de agrupaciones, hemos podido observar que los pacientes críticos pueden ser agrupados en tres fenotipos, los cuales se diferencian no solo clínicamente, sino también por su estado de inflamación y por la evolución final», comenta el doctor Alejandro Rodríguez, coordinador nacional del Grupo Español de Trabajo Gripe A Grave (GETGAG) de la SEMICYUC, quien ha liderado este proyecto en el que han participado más de 300 intensivistas de todo el país.

El fenotipo A se corresponde con pacientes menores de 65 años, con escasa inflamación y poco desarrollo de complicaciones con una mortalidad del 20 por ciento. El cuadro más leve apareció en el 27 por ciento de los pacientes. El fenotipo B representa a pacientes con un nivel medio de gravedad e incluye a pacientes menores de 65 años, pero con mayor estado de inflamación y desarrollo de shock, lo cual condiciona una mortalidad del 25 por ciento.

El fenotipo C, el más frecuente, afectó a más del 40 por ciento de los pacientes. Representa a los enfermos más graves, con una mortalidad del 40 por ciento. Este grupo lo conforman personas mayores a 65 años, con antecedentes de enfermedad hematológica y con un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves como el shock o la insuficiencia renal aguda por su mayor estado inflamatorio.

«La importancia de este estudio radica en que, para obtener los diferentes fenotipos, se han utilizado un grupo de variables que se controlan de forma habitual al ingreso en la UCI, sin necesidad de tecnologías complejas, lo que nos permite una aplicación generalizada. Además, diferenciar el tipo particular de paciente puede permitir un tratamiento más personalizado y, posiblemente, una mejor evolución. La gran heterogeneidad de los pacientes afectados por la covid requiere análisis complejos y personalizados para obtener resultados fiables y aplicables en la práctica clínica», indica el doctor Rodríguez.