Los propietarios de las agencias de viaje se concentrarán este viernes ante la sede de la Asamblea Regional para reclamar a la Administración ayudas que eviten nuevos cierres, tras la desaparición del 40% de las empresas de la Región. David Blasco, presidente de la nueva Asociación de Agencias de Viajes, reprocha a la Comunidad que solo haya destinado una ayuda de 1.000 euros para las agencias con menos de cinco trabajadores, a pesar de que en el último año apenas si han podido trabajar, dado que el confinamiento ha impedido los desplazamientos. «Nos dicen que nosotros estamos abiertos, a pesar de que no tenemos trabajo», se lamenta.

El representante de la asociación que ha convocado la protesta en Cartagena para mañana a las 10.00 horas explicó que las agencias de viajes han tenido que hacer frente a las reclamaciones de sus clientes y «han devuelto el dinero de las reservas y de los billetes de aviones y de barcos, que aún no hemos recuperado de las compañías aéreas y de las empresas navieras».

Blasco recordó que las agencias también tuvieron que afrontar los gastos que ocasionó el regreso de los viajeros cuando se cerraron las fronteras en todo el mundo y se cancelaron los vuelos internacionales. «A nuestros clientes había que trasladarlos desde cualquier parte del mundo, estuvieran en Tailandia o en Argentina, y nosotros resolvimos el problema poniendo dinero de nuestro bolsillo», aseguró.

Sin embargo, precisó que las empresas que tienen entre uno y cinco trabajadores solo han recibido hasta ahora unos 1.000 euros del Plan Reactiva de la Comunidad Autónoma, que establece indemnizaciones máximas de 3.000 euros para las agencias con más de 10 trabajadores.

El presidente de la organización regional adscrita a la patronal nacional PDAV considera que estas cifras resultan discriminatorias en comparación con «las ayudas de 4.000 euros que ha podido recibir un bar pequeño» con menos empleados.

También critica que «las empresas del juego y de recreativos hayan podido recibir hasta 42.000 euros» de subvención dentro del plan de ayudas del Gobierno murciano.

Según sus cálculos, la facturación de una agencia de viajes puede llegar a alcanzar los 500.000 o 600.000 euros al año, pero se han quedado sin actividad a causa del confinamiento y las restricciones a la movilidad, que han obligado a mandar a la mayoría de los trabajadores a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Sin embargo, deben seguir haciendo frente a «los impuestos, gastos fijos y los seguros» necesarios para poder operar.

Estima que en la Región quedan unas 125 empresas de las 200 que había antes de que se desencadenara la crisis sanitaria, con una plantilla que puede rondar entre los 500 y los 600 trabajadores. También Blasco se queja de que el sector turístico es el segundo con más peso en el PIB, «pero está abandonado por parte de los estamentos políticos».

David Blasco propone que se ponga en marcha un plan conjunto de las consejerías de Empleo y de Turismo destinado exclusivamente a las agencias de viaje.