La joven María Sherezade Ramírez ha vivido una «inesperada pesadilla» a causa del coronavirus. Su corta edad no impidió que la infección de covid-19 derivase en una neumonía bilateral grave que le obligó a ingresar directamente en la UCI del hospital Santa Lucía repentinamente después de haber permanecido asintomática durante los diez primeros días. Un episodio que ha mantenido en vilo a toda su familia y del que ahora se recupera acompañada de sus padres y abuelos, que también han contraído el virus.

¿Cómo te contagiaste de coronavirus?

Mi madre trabaja como limpiadora en el hospital Santa Lucía. Ella fue la primera en contraer el virus. Pocos días después nos hicieron la prueba a mis abuelos, a mi padre y a mí, ya que vivimos todos en la misma casa. Desgraciadamente, todos dimos positivo.

¿Cómo fueron evolucionando los síntomas hasta tu ingreso hospitalario?

Durante los primeros diez días estuve asintomática, eso ha sido lo más raro de todo. No fue hasta el día once cuando empecé a tener fiebres cada vez más altas y encontrarme muy cansada, sin fuerzas. Mi madre lo puso en conocimiento del médico, que nos derivó al hospital para que me hicieran pruebas. Fue entonces cuando me dieron la peor de las noticias. Me dijeron que la infección por coronavirus me había derivado en una neumonía grave y que tenían que ingresarme en la UCI directamente.

¿Cuáles fueron tus sensaciones al saber que iban a ingresarte en la UCI?

Sentí muchísimo agobio. No sabía lo que iba a pasar. No dejaron pasar a mi madre y de pensar que estaba sola me agobiaba más y me quedaba sin respiración, lo que agravaba aún más mi estado. Fue horrible.

Y una vez en Cuidados Intensivos, ¿cómo lo recuerdas?

Cada minuto se me hacía eterno. Fueron tres días de muchísima incertidumbre. Nadie me informaba de mi evolución, ni de lo que estaba pasando. Además, solo mantenía contacto humano cuando iban a cambiarme o a renovar el suero, por lo que me sentía muy sola. En los pasillos escuchaba hablar a adultos y gente mucho más mayor, no me sentía comprendida. Yo solo alcanzaba a ver muchas máquinas y cables, estaba prácticamente inmovilizada. Tampoco podía dormir por las noches de los nervios. Menos mal que me dejaron traer el móvil y podía hacer videollamadas con mi madre, eso era lo único que conseguía tranquilizarme en esos momentos tan duros.

Tras salir de la UCI, ¿cuántos días estuviste en planta?

En total fue una semana, cinco días en planta después de salir de Cuidados Intensivos. Cuando este lunes me dijeron que me podía ir no me lo creía.

Y ahora que estás en casa, ¿cómo te encuentras?

Todavía sigo en tratamiento, la neumonía sigue ahí y debo cuidarme. Pero estoy tranquila. Aunque sigo aislada, estoy en casa rodeada de mi familia, que es lo más importante después de haberles dado este susto.

¿Pensabas que se iba a complicar la enfermedad tratándose de una persona tan joven como es tu caso?

Jamás pensé verme grave y en la UCI por coronavirus con 14 años. Por mi edad suponía que si lo llegaba a coger sería como un resfriado.

¿Cumplías con las restricciones antes del contagio?

A rajatabla. Era consciente de que por el trabajo de mi madre el virus podía entrar en mi casa. Por ello siempre uso mascarilla, gel, mantengo la distancia de seguridad y no me junto con mis amigos y tampoco vienen visitas a casa. En mi familia seguimos con todas las medidas de higiene y desinfección y, aún así, nos ha tocado. Incluso solicité las clases telemáticas para evitar ese foco, por lo que llevo desde septiembre sin ir al instituto y recibiendo las clases por ordenador. Haciendo un gran sacrificio porque además mis abuelos viven conmigo.

¿Qué le dirías a esos jóvenes que no cumplen las normas al pie de la letra y que piensan que la pandemia no va con ellos?

Les diría que tuvieran muchísimo cuidado. Que no se confiasen en ningún caso. Piensas que por ser una persona joven y sana sin patologías tus defensas van a actuar contra el virus y no lo vas a contraer o si lo haces, será de manera muy leve. Sin embargo, por experiencia les puedo decir que no es así. Yo misma me sorprendí muchísimo cuando me dijeron que estaba muy grave. Además, me gustaría decirles también que no piensen que por tener sobrepeso me ha tocado a mí, es cierto que estoy en tratamiento con el endocrino y que el coronavirus es una motivación, pero los médicos me han dejado muy claro que las complicaciones del virus no han tenido nada que ver con mi condición física.