En la Región de Murcia unos 5.000 sanitarios todavía no han solicitado ser inmunizados frente al coronavirus. Las 21.000 personas constatadas entre el personal sanitario del Servicio Murciano de Salud (SMS) que trabaja en Atención Primaria y en hospitales que sí se han vacunado, según dijo hace unos días el portavoz del Comité de Seguimiento de la covid en la Región, Jaime Pérez, representan una cobertura total superior al 75% respecto a los 27.000 trabajadores con los que cuenta actualmente el SMS.

Casi la totalidad de las negativas por el momento a la inoculación de las dosis, en las que también se incluyen las personas que no pueden vacunarse por contraindicación médica, provienen de trabajadores de residencias y de hospitales, ya que la práctica totalidad de los ancianos de los geriátricos han aceptado la vacuna al tratarse de uno de los principales grupos vulnerables.

Por el momento, la Consejería de Salud descarta que vaya a tomar algún tipo de medida de carácter organizativo con este personal que rechaza protegerse, aunque estén trabajando en primera línea frente a la pandemia y corran el riesgo de contagiarse por atender a enfermos de covid: «Desde los servicios centrales del SMS se contactará con los no vacunados para volver a ofrecerles la primera dosis», señalan fuentes de Salud, quienes recuerdan que todos los días «siguen entrando solicitudes para la vacunación».

Más de 11.000 personas, entre usuarios y trabajadores, de residencias y centros de personas con discapacidad ya han sido inmunizados contra el coronavirus tras tener administradas ya las dos dosis de la vacuna, proceso que ha terminado esta semana.

La previsión de la Consejería de Salud que mantenía a finales de diciembre, cuando comenzó la vacunación en residencias, es que entre enero y febrero se vacunarían todos los residentes y trabajadores de residencias de mayores, aproximadamente 12.400 personas (algo más de 6.000 residentes y más de 6.300 trabajadores). Fuentes de Salud confirmaron que habrá una ´tercera ronda' para vacunar a todos aquellos usuarios y trabajadores de residencias y centros para personas con discapacidad que todavía no hayan decidido recibir la vacuna. Desde que se comenzó a administrar las primeras dosis en este primer grupo en la Región, el porcentaje de consentimiento de residentes llegó a alcanzar el 95% del total, según los datos de la Consejería de Política Social.

Por otra parte, Salud ya ha iniciado la administración de la segunda dosis a personal sanitario de primera línea, que recibirá la inyección de refuerzo a los 21 días, tras haber finalizado el pasado miércoles la vacunación en centros sociosanitarios de mayores y personas con discapacidad. Hasta el momento se han administrado más de 55.000 dosis, de las que 10.000 son de refuerzo.

Una campaña al alza

La vacunación frente al coronavirus en España es voluntaria. Eso sí, el Ministerio de Sanidad ha dado instrucciones para que todas las negativas se recojan y así conocer los motivos por los que la gente rechaza inmunizarse. Esta información se incluye en el «registro de vacunación» que cada ciudadano tiene habilitado en su historia clínica.

A la hora de vacunar basta con que haya un consentimiento verbal del paciente para recibir su dosis. La excepción está en aquellas personas que tienen limitada su capacidad para tomar decisiones, donde se pide la autorización por escrito por parte del representante legal del enfermo.

Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, el 72,5 por ciento de la población española está dispuesta a vacunarse inmediatamente frente al covid-19, 32 puntos más que hace un mes cuando eran partidarios de la inoculación el 40,5 por ciento. El barómetro, realizado entre el 7 el 25 de enero sobre una muestra de 3.862 entrevistas, también revela que un 16,5 por ciento se muestra en contra. Hace un mes el porcentaje de los que se oponían a la vacunación era del 28 por ciento. Preguntados por la razón para no vacunarse de manera inmediata, el 26,3 por ciento argumenta tener «miedo a riesgos para la salud o efectos secundarios colaterales», un 23,5 por ciento no se fía de las vacunas y un 14,1 por ciento prefiere «esperar a ver cómo funcionan».